Navidad se pronuncia diferente en las distintas lenguas pero se paladea del mismo modo: envuelta en brillo y con sabor dulce. Tres voluntarias extranjeras del Conseyu de Mocedá celebraron ayer una original sesión informativa sobre las costumbres de sus respectivos países: República Checa, Italia y Grecia, con el denominador común de las especialidades gastronómicas y la intención de "dar a conocer unas costumbres que en el fondo son similares". Porque en todos los países se juntan las familias alrededor de la mesa, en toda Europa se cantan villancicos y todo el mundo busca la diversión.

En la República Checa se mantienen costumbres como poner a flotar cáscaras de nuez con una vela dentro en una gran ensaladera llena de agua para predecir el futuro, como explica Barbora Viktova. En su país la cena típica de Nochebuena se compone de sopa de pescado, ensalada de patata y carpa frita. "Cuenta la tradición que quien guarde una escama de la carpa debajo del plato tendrá mucho dinero en el año entrante", explica la joven. Y del mismo modo, los checas solteras creen que se puede averiguar si se casarán en el año nuevo lanzando una zapatilla por encima de la cabeza. Si cae con el tacón apuntando hacia la puerta, se quedarán en casa; si lo hace de punta, encontrará un nuevo hogar. Y los miembros de la familia pueden saber si tendrán salud en los siguientes 365 días partiendo a la mitad una manzana y estudiando el dibujo resultante. Además, "comemos unas galletas con mermelada de fresa llamadas cukroví, que se hacen sólo en Navidad", indica Viktova.

En el caso de Grecia, "las familias no adornan un árbol, sino que se adornan los barcos; en cada casa se coloca uno y se le ponen cosas", señala por su parte Cristina Athanasopoulou. También se comparten unos dulces llamados "curaviedes", unas galletas de almendra, coñac y mantequilla que se comen en familia.

En Italia hay múltiples tradiciones, como enumera por su parte Sara De Stefano. Desde las lentejas en fin de año hasta los garbanzos con los que se juega a la tómbola. "Se hace en todas las familias todas las Navidades y se gana dinero", explica. No puede faltar el panettone, el tiramisú de nutella ni los villancicos, "como los de aquí pero traducidos".

En la sesión navideña de ayer se desarrollaron varios juegos para dar a conocer estas singularidades de cada país, con un concurso de preguntas y respuestas con un gran premio final: una cesta de productos navideños. Se trató de degustar, pero también de ampliar vocabulario, porque los voluntarios organizaron también un juego para saber cómo felicitar la Navidad en diferentes idiomas. "Merry Christmas", "Frohe Weihnachten", "Joyeux Noël", "Feliz Natal", "Buon Natale", "Veselé Vánoce". Los diferentes sonidos de una misma fiesta.

El Conseyu tiene un amplio programa de actividades navideñas, después de haberse significado muy activamente durante los ultimos meses con iniciativas relacionadas con la lucha contra la violencia de género.