La compra de la finca "La Torriente" por parte del Grupo Covadonga sufrió ayer un giro inesperado que deja en suspenso el desenlace de la operación. Cuando la adquisición parecía resuelta y ayer se iba a cumplir el mero trámite de la firma de la escritura de compraventa, la petición de la propiedad de los terrenos, Peñalisa S.L., de "modificar las condiciones pactadas", según la versión del Grupo, cuando la rúbrica ya estaba hecha augura que el asunto puede acabar en los tribunales. Al parecer, el problema suscitado se debe a que ninguna de las partes esta dispuesta a asumir el pago del IVA de la operación. La ruptura es en este momento total.

La directiva del Grupo, "en cumplimiento del mandato de la asamblea general extraordinaria del pasado 2 de diciembre", procedió ayer a firmar con los dueños de "La Torriente" la escritura pública de compraventa de la finca y del préstamo hipotecario para hacer frente al pago, por una cuantía de 1.400.000 euros.

Según la versión de la directiva grupista, "entregado el talón bancario a Peñalisa S.L., la compraventa quedó consumada", pasando la propiedad de la finca al Grupo Covadonga, ya que con posterioridad a la firma de la escritura se hizo entrega a los propietarios de "La Torriente" de un talón bancario por importe de 1.350.000 euros, que era la cantidad pactada y la que aprobó a principios de este mes la asamblea de socios del Grupo.

Para sorpresa del presidente grupista, Antonio Corripio, y de sus directivos, Peñalisa S.L. solicitó entonces "la modificación de las condiciones pactadas y firmadas", lo que suponía un incremento del precio de la finca que Grupo Covadonga "no está dispuesto a asumir, tanto por contravenir lo pactado, como por vulnerar el mandato concedido por la asamblea general extraordinaria de socios". La versión de Peñalisa es bien distinta: reclamó el pago del IVA de la operación, del 21 por ciento, que supone un coste de 283.500 euros que el Grupo no está dispuesto a asumir. Se da la circunstancia de que la anterior directiva grupista, que presidía Enrique Tamargo, sí abonó el IVA de la compra del otro trozo de "La Torriente", ya que el precio era de 700.000 euros y el impuesto lo encareció hasta los 840.000 euros que pagó el Grupo.

Tras la, en opinión de la directiva grupista, "insólita y extemporánea" solicitud, el representante de la propiedad de "La Torriente", el abogado Manuel Estrada, llevó a cabo un requerimiento notarial denunciando la nulidad de la compraventa y rechazando el talón bancario entregado por el presidente del Grupo, con la cifra pactada.

Conocido el requerimiento de Peñalisa S.L., la directiva del Grupo decidió a su vez depositar el talón bancario, rechazado por los propietarios de la finca, en una notaría de la ciudad.

En este momento, el Grupo Covadonga considera "firme" tanto la compraventa como el préstamo con garantía hipotecaria suscritos ayer y remitidos ambos al Registro de la Propiedad. Para Corripio, la entidad que preside tiene todo el derecho de tomar posesión de la finca adquirida al tiempo que anuncia que defenderá "ante todas las instancias" los derechos e intereses del club.