La economía circular busca fusionar los aspectos medioambientales con la búsqueda de beneficios, y los alumnos de la Universidad de Oviedo y de la Cátedra Milla del Conocimiento Xixón Sostenibilidad buscan la innovación a través de las ideas. Un total de 24 estudiantes compitieron ayer para desarrollar la mejor idea innovadora de economía circular, y fruto de ese esfuerzo han sido las cuatro propuestas que se presentaron a un jurado para su evaluación, y que comprenden numerosas ideas de mejora para un mercado más sostenible. La elegida por el jurado ha sido la propuesta del equipo "Taladro", con un plan para la generación de energía a través de tres kilómetros de boyas colocadas en la costa gijonesa, entre el Cerro de Santa Catalina y Peñarrubia, para ser capaces de iluminar el paseo del Muro de forma limpia y eficiente. Los chavales creen que "también se podría extender este tipo de alumbrado a parques y jardines de la ciudad", con el plus ecológico de que las boyas para producir corriente con el movimiento del mar se construirían a partir de materiales reciclados, con "materiales de cubierta y resinas de los barcos en desuso", explica Luis Rey.

El equipo de Lucía San José proponía un ecomercado y una cafetería ecológica para la venta a bajo precio de alimentos a punto de caducar, mientras que el grupo de Jairo Rego apostaba por fidelizar a los clientes de los hoteles con puntos a cambio de ahorro de energía. Jacobo de la Roza y sus compañeros apostaban por un sistema de recarga de tinta en los bolígrafos para su reutilización. Todas ellas "grandes ideas", según el jurado, que dan pie a pensar que otra economía es posible.