No hay puertas cerradas a ningún acuerdo sobre el plan de vías pero tampoco hay documentos firmados que permitan a Gijón tomarse las uvas con tranquilidad. La petición del gobierno municipal a Fomento de incorporar el soterramiento hasta La Calzada al nuevo diseño -y sobre todo al nuevo plan de financiación- del proyecto ferroviario gijonés llevó al ministerio a paralizar un plan de acción que empezaba por la firma de un nuevo convenio de la sociedad Gijón al Norte y la licitación de la redacción del proyecto de estación, con un presupuesto de cuatro millones. Eso era en octubre. Tres meses después todo sigue envuelto en la bruma y las palabras del ministro de Fomento en su última visita a Asturias no aportaron luz.

Aseguró el martes el popular Íñigo de la Serna que su ministerio está dispuesto a estudiar todas las alternativas pero dejando claro que la propuesta municipal es más una operación urbanística que ferroviaria y que no está dispuesto Fomento a ir más allá de asumir 35 millones de coste. El soterramiento integral de las vías hacia el Oeste, dicen algunos técnicos, costaría entre 100 y 130 millones. ¿Quién los pagaría? Gijón al Norte está integrada por el Grupo Fomento, el Principado de Asturias y el Ayuntamiento con un porcentaje de, respectivamente, el 50, 25 y 25 por ciento.

Desde Foro no se está dispuesto a tirar la toalla sin explorar todas las posibilidades. Fernando Couto, edil de Actividad Económica y Desarrollo Urbanístico, defiende luchar por el soterramiento hacia La Calzada no por capricho sino por ser una petición del Pleno, una exigencia vecinal y un compromiso con el objetivo inicial de eliminación de la barrera ferroviaria que partía la ciudad en dos. "Estamos ante un acuerdo excepcional, la operación de integración ferroviaria de España con mayor inversión por habitante. Algo sin parangón. Y aquí es donde tenemos que trabajar para ver el encaje de la operación de integrar las vías en Moreda y La Calzada", explica Couto, que asegura que se llevan meses con contactos casi diarios con Fomento para conseguir una solución razonable que puedan asumir las tres administraciones implicadas. Couto tiene claro que "no es fácil porque estamos hablando de un acuerdo de máximos" pero también reivindica que este debate no supone ningún retraso sobre el calendario previsto ni se ponen en riesgo los más de 700 millones comprometidos. "No se condena el plan de vías, que saldrá en 2018", dice.

Los concejales José María Pérez (PSOE) y David Alonso (XSP), que comparten con Couto la doble condición de miembros de la Corporación gijonesa y del consejo de administración de Gijón al Norte no son tan optimistas. "El gran problema es la falta de criterio del gobierno municipal a la hora de plantear este proyecto de manera global. Hoy consideran fundamental lo que antes negaban. Cada vez que se llegaba un acuerdo con Fomento pedían otra cosa. Eso ha generado retrasados y dado una excusa perfecta a Fomento para no hacer nada", explicaba ayer el portavoz municipal socialista. No tanto pensando en la petición de soterrar hasta La Calzada como "en su lucha por cambiar la estación 300 metros. Ese era su objetivo, que no el del conjunto de la ciudadanía ni el de quienes se movilizaron pidiendo proyecto, plazos y presupuesto".

Para David Alonso, el ministro acaba de escribir "una capítulo más de la historia interminable que es el plan de vías de Xixón. Seguimos igual que hace quince años, hablando desde un plano político y sin poner sobre la mesa soluciones técnicas realistas. Hay un gran problema de credibilidad respecto a un proyecto que ya estaba tocado y casi hundido después de 17 anuncios incumplidos. Espero que los casi 590 millones comprometidos por Fomento no queden en nada".

Al margen de las soluciones técnicas, el problema es encontrar una solución económica "razonable" y que puedan asumir las tres administraciones implicadas sin esperar a que los recursos lleguen de la venta de suelo, como era la previsión inicial. Y de lo que se sigue hablando en el borrador del convenio de Gijón al Norte. Xixón Sí Puede plantea como vía para garantizar más recursos para la operación de la zona oeste ahorrar en lo ya previsto con la reducción del aparcamiento de la estación y pasando del soterramiento a un tren en superficie de Viesques a Cabueñes. Calcula ganar unos 60 millones.