Se advierte después de charlar con ella que Paula Bango siente pasión por su trabajo. Es dulce y entusiasta al mismo tiempo, sencilla aunque sus explicaciones estén llenas, en ocasiones de prolijidad.
- ¿Quién es usted?
-Nací en Gijón (1970), menor de siete hermanos. Me considero una mujer con una gran fuerza de voluntad, con facilidad para formar equipos de trabajo. Creo que soy bondadosa en el trato, y me moviliza desvelar el talento que hay en cada persona. Tengo tendencia a crear vínculos con los seres humanos. Estoy casada y tengo dos hijos
- ¿Cómo fue su infancia?
-Muy feliz, rodeada de una amplia familia, Me sentí siempre agradecida a mis padres, Servando y Mary, porque me facilitaron un contacto con la naturaleza, el arte y el deporte.
- ¿Y su formación?
-Soy ingeniero superior industrial y estoy titulada en Pedagogía de la Danza por el Conservatorio Superior de Madrid. Tengo el máster de Dirección de Proyectos en Artes Escénicas por la Universidad Rey Juan Carlos. También la certificación de Coaching Ejecutivo y el posgrado en Inteligencia Emocional.
- ¿A qué se dedica?
-Después de una vida laboral en varias empresas, en un momento crítico de mi vida me decidí a materializar mi sueño empresarial, consistente en crear un espacio por y para el desarrollo personal y el descubrimiento de los dones naturales y el talento. Así nació Bango Art, que representa un proyecto socio-educativo, una posibilidad para todos los públicos y un punto de encuentro que sirva de inicio al enfoque vital y profesional futuro.
- Concrete más, por favor.
-Facilitamos la conciliación, la logística familiar ofreciendo muchas actividades. Partiendo del cuerpo en movimiento se trabaja la creatividad con la danza como nexo, consiguiendo dar pie a las familias a probar otras artes como la pintura, la música, la voz, la escritura y la poesía, entre otros.
- ¿Con qué número de alumnos cuenta?
-Unos 250. Hemos conseguido implantar en unas aulas diáfanas y luminosas y un exterior rural dentro de la ciudad, el acceso a los idiomas, la educación, el esfuerzo académico y el conocimiento, fusionando el arte con la ciencia y la tecnología. Prima el disfrute por aprender. Para ello proponemos talleres puntuales para niños y familias, así como campus artísticos con idioma.
- ¿Ha descubierto algún talento?
-Tengo niños y niñas que empezaron conmigo con tres años y ahora con doce o trece se van al Conservatorio de danza porque encontraron que era ese su camino. Se ve el compromiso a largo plazo, y hacen fácil lo difícil, se organizan muy bien con la gestión del tiempo, para compaginar los estudios con las 17 horas de ensayo que requiere la danza. Tomar una decisión tan clara significa que ya hubo mucha disciplina antes.
- ¿Usted sondea para que no lleguen tarde a descubrir ese talento?
-Sí, claro, por la observación. A veces preguntas de una manera clara y no saben. Entonces probamos en los campos artísticos en donde hay muchos temas tanto de ciencia, tecnología, química?
- ¿Y cuál es la manifestación artística mayoritaria?
-En este caso, vamos con el cuerpo en movimiento, la danza es lo que tiene mayor tirón, pero en pintura están haciendo cosas muy buena. Tenemos a un ilustrador, Tino Marín que nos ayuda, y hay niños que tan pequeños hacen verdaderas obras de arte. Crean a través de lo que están viendo.
- En definitiva, ¿cuál es su proyecto?
-La base es el crecimiento personal, como ir encajando las emociones a través de charlas, de talleres. Yo ya era formadora de la Escuela Europea de Líderes de Asturias, y estaba preparando el doctorado en ingeniería y necesité tener conocimientos de recursos humanos y empecé a formarme en coaching. Me gustó y me hice "coach". Hubo un cambio de dirección en la Escuela de Líderes y al asumir David Calvo la presidencia confió en mí para formar parte de su equipo. Esto me vino muy bien porque pude complementar el proyecto con una base sólida de "coach", me da un valor añadido a todo lo que queremos expresar a las familias.
- ¿Hay niños que pueden tener el talento de líder escondido?
-Hay una parte del liderazgo que también se puede trabajar en los niños, y hay que ayudar a otros a intentar ser líderes relacionales, o líderes multiplicadores del aula de manera que son niños que ayudan. El liderazgo se puede ver de muchas maneras, pero un líder natural puede salir uno entre cien.
- ¿Es importante la labor psicológica?
-Acabo de terminar en los colegios de Gijón un trabajo en el que pasaron unos novecientos escolares por mi experiencia y es donde se ve el fruto, porque me decían las profesoras "no me puedo creer que este niño esté bailando o cogiéndole la mano a este otro", porque eran niños retraídos.
- ¿Cómo definiría usted el crecimiento personal?
-Como una búsqueda de la excelencia de cada uno, conocerse para ser un poco mejor, y no caer en la mediocridad, saber cuáles son tus fortalezas y tus debilidades para ser excelente, no perfecto. Hay que cometer suficientes errores, casi los más gordos son los que más enseñan.
- ¿Mantienen una lucha contra las familias?
-No es una lucha, más bien tenemos que acompañar a las familias para entender al niño, sobre todo en cuestiones del lenguaje. Hay lenguajes que anulan, destructivos, "nunca llegarás a nada, vas a ser como tu padre?" Hay que corregir esto, es una labor reflexiva y muy necesaria.
