Gijón es una ciudad perfecta para disfrutar. A nivel social, cultural y gastronómico, por no hablar de sus paisajes y entorno en el que tiene un lugar predominante la playa de Poniente. Por ello, uno de los grandes placeres diarios es poder pasar un buen rato en uno de los establecimientos hosteleros de la zona, especialmente si este tiene una oferta perfecta para cualquier momento del día. Algunos, tras un par de semanas de descanso, vuelven hoy a la actividad con energías renovadas y con su irresistible propuesta, la cual comienza a las siete y media de la mañana. A esa hora comienzan a servir desayunos. Y no desayunos cualquiera, ya que disponen de gran variedad de pinchos fríos y calientes recién hechos -los sirven durante todo el día-, canapés y bizcochos y rosquillas caseras -elaboradas por ellos mismos- para los amantes de los dulces. Todo ello acompañado, si se desea, de cafés, una gran variedad de infusiones, chocolate caliente o zumos naturales recién exprimidos.

A lo largo de la jornada siguen elaborando pinchos para que los clientes los disfruten recién hechos y, a mediodía, cuando el hambre aprieta, tienen menús, así como diferentes tipos de sandwiches y platos combinados. A la hora de la merienda, sobre decir que sus elaboraciones caseras, entre las que se incluyen los churros, son una opción fantástica, especialmente en estos días de invierno en los que el frío aprieta y el cuerpo demanda productos calientes y de calidad, como en este caso. Cierran al filo de la medianoche, por lo que estos locales también se convierten en el punto de reunión de amigos, compañeros y familiares que buscan reunirse después de clase o de la jornada laboral y disfrutar de un vino, una cerveza o un refresco. Si quieren cenar, no tendrán problema, ya que nunca faltarán los pinchos, las tapas o los sandwiches; y si quieren tomar una copa después, tampoco. Sin duda alguna, hay sitios en los que se puede disfrutar desde que sale el sol hasta que se pone.