El plan especial de Cimadevilla impide con su redacción actual la transformación en hotel de la antigua sede de la Autoridad Portuaria de Gijón frente al Puerto Deportivo. El uso autorizado para el edificio por el planeamiento es el dotacional, que permite además del uso administrativo que tenía otros como el sanitario, asistencial, religioso, cultural, deportivo o militar, pero no el hotelero. La conversión en hotel del inmueble requerirá de un cambio de usos, algo que podría demorar el desarrollo del proyecto.
Una de las alegaciones que la Autoridad Portuaria ha presentado al PGO es precisamente la petición de un cambio de usos para su antigua sede. Sin embargo, no han solicitado el cambio de usos del edificio en el Plan Especial de Cimadevilla, dentro del que está incluido el inmueble, algo que previsiblemente tendrá que hacer el adjudicatario. La incógnita está en saber cuánto tiempo tardará el Ayuntamiento en autorizarlo, algo que fuentes municipales estiman podría resolverse entre seis y diez meses. Se trata esta última de una estimación sobre la que no hay unanimidad en las consistoriales. Otras fuentes consideran que, con voluntad política, en dos meses podría estar solventada la tramitación.
La modificación puntual del Plan Especial de Cimadevilla para cambiar el uso del edificio requerirá que el asunto se trate en una comisión municipal, se apruebe inicialmente por el Pleno, salga a información pública un mes y se apruebe definitivamente por el Pleno.
En lo que parece que no habrá discrepancias es en la autorización del cambio de uso para desarrollar una actividad turística en el inmueble, que supondrá la creación de puestos de trabajo, además de la posible implantación del primer hotel de cinco estrellas en Gijón.
El edificio en venta, que ya ha sido desafectado por la Autoridad Portuaria, ha recibido dos ofertas. Una de ellas es la promovida por un empresario avilesino, respaldado por el grupo NH, a través de la sociedad Santiarti. Su proyecto consiste en la transformación del inmueble para convertirlo en un hotel de cinco estrellas para que sea explotado por esa cadena hotelera nacional. Detrás de la segunda oferta, presentada por la sociedad Miramar Apartamentos, están empresarios de otros puntos de España que en su día estuvieron vinculados a otra importante cadena hotelera española. Las ofertas formalizadas son sólo dos de la media docena de empresas del sector que se llegaron a interesar por el inmueble, algunas de las cuales mantuvieron contactos con el Ayuntamiento.
La incertidumbre sobre el cambio de usos del edificio, sobre cuya tramitación el gobierno municipal tiene la llave, ha llevado a que al menos una de las ofertas formalizadas ante la Autoridad Portuaria esté condicionada por la empresa a que se logre cambiar el uso del inmueble y a lograr la licencia municipal para poder desarrollar el proyecto hotelero.
Otro de los obstáculos para el proyecto es que el Plan Especial de Cimadevilla otorga una protección ambiental a la parte del inmueble que data de 1909 (el conjunto en venta incluye otro inmueble anexo, levantado en 1982). Esa protección del edificio afecta a los elementos originales o reproducción fiel de los originales de las fachadas del inmueble.
El inmueble en venta, con la parte histórica y la más moderna, cuenta con 2.864,88 metros cuadrados y un aparcamiento de 875 metros cuadrados. Una primera subasta, el pasado mes de julio, quedó desierta, con un precio de salida entonces de 3,58 millones de euros. El pasado lunes venció el plazo para presentar ofertas en la segunda subasta, con un precio de salida de 3.043.000 euros.
La Autoridad Portuaria de Gijón tendrá que examinar los proyectos técnicos presentados por ambos candidatos, así como las respectivas ofertas económicas para decidir a quién adjudica el edificio o si declara desierta la subasta.
Una subasta que ya ha quedado desierta, por falta de ofertas, es la de los 39.215 metros cuadrados que la Autoridad Portuaria posee en Poniente, en la antigua concesión de Naval Gijón y que había sacado a subasta en 5,4 millones de euros. El Ayuntamiento de Gijón ha descartado que vaya a adquirir ese solar, sobre el que el Puerto es pesimista respecto a que pudieran aparecer potenciales interesados distintos del consistorio.
