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La escuela del fuego en la mar

Instructores gijoneses forman a los futuros especialistas en la lucha contraincendios en buques de España y Portugal

Sobre estas líneas, Gonzalo Escandón explica cómo funciona un traje de riesgo químico. A la derecha, arriba, bomberos portugueses durante la clase, y debajo, un agente en pleno simulacro de una fuga en un buque del Centro Jovellanos. MARCOS LEÓN

En Veranes no hay mar, pero sí acción. Con una piscina que simula olas o un buque ardiendo sobre el asfalto, los bomberos entran rápidamente en modo alerta. Son los futuros especialistas de lucha contraincendios en barcos que se preparan en Gijón dentro del proyecto europeo "Picasso", cuyo objetivo es "conseguir mares más seguros". Instructores del Centro de Seguridad Marítima Integral Jovellanos están formando en sus instalaciones a profesionales de España y Portugal, los dos únicos países de Europa que carecen de un cuerpo específico para sofocar fuegos en puertos y alta mar. "Aunque suene exagerado, es la verdad: estas instalaciones son las únicas del mundo que pueden acoger un curso de estas características", asegura uno de los instructores de Salvamento Marítimo, Jaime Bleye.

Las clases están divididas en cinco módulos: supervivencia en el mar, lucha contraincendios, gestión de emergencias con gas natural licuado, entrenamiento con helicóptero y operaciones especiales desde remolcadores. Esta formación tan completa la reclaman desde hace años los propios bomberos, que como sucede en Gijón se tienen que enfrentar a las llamas de barcos casi sin conocimientos. Jaime Bleye asegura que la intervención en mar "es completamente diferente" a la de tierra. "Para empezar, estamos en movimiento. En segundo lugar tenemos que tener en cuenta que un buque es una construcción de acero, donde el fuego se comporta de forma distinta. Además, una emergencia de este tipo implica la utilización de más material: desde chalecos salvavidas hasta bengalas", precisa Bleye, que ya ha instruido en este sentido a profesionales de Holanda, Francia, Portugal, Suecia y España.

La semana pasada fue el turno de 14 bomberos de los puertos portugueses de Oporto, Liexoes y Viana do Castelo. Todos ellos han tenido que enfrentarse a operaciones de alto riesgo como una fuga en el sistema de refrigeración de un buque. "Puede haber más de 2.000 tipos de mercancías peligrosas; en este caso es de amoniaco. Tienen que rescatar a los tripulantes, cerrar las válvulas con equipos de protección química y asegurar la zona", explica Jaime Bleye, que junto a Gonzalo Escandón imparte esta formación. Los expertos hacen hincapié en la descontaminación de trajes especiales tras una operación de esta envergadura. ¿Y eso cómo se hace? "Al aire libre, extendiendo los brazos. No cometáis el error de echar agua, porque entonces con el amoniaco generamos ácido", advierte Escandón.

Una petición nacional

El proyecto "Picasso" está integrado por 14 socios de 9 nacionalidades y es dirigido a nivel europeo por Salvamento Marítimo. Gijón juega dentro de este plan un papel importante, puesto que la parte práctica se está desarrollando en su centro de Veranes. De llegar a un acuerdo entre Puertos del Estado, Salvamento Marítimo y Bomberos, la primera provincia en contar con un cuerpo especializado en lucha contraincendios en buques será Tarragona. No obstante, todo el litoral español lo reclama.

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