Álvaro A. S., el único acusado por el atropello mortal de Somió que acabó el pasado mes de diciembre con la vida de Juan Fombona Braga, de 38 años, cumplió ayer con el requisito de depositar en en el juzgado su pasaporte y carné de conducir, una medida judicial para evitar el posible riesgo de fuga. Un riesgo que, precisamente, fue uno de los elementos que en su día llevaron a resolver la entrada en prisión.

Las dos condiciones, junto con las de presentarse cada quince días -los días 1 y 15 de cada mes- en las dependencias judiciales, forman parte de los requerimientos que el juez Juan Laborda, del juzgado de Instrucción número 5 de Gijón que lleva la investigación del atropello mortal, añadió a la orden de libertad bajo fianza decretada el miércoles. La fiscalía había pedido sólo la retirada del carné de conducir. La fianza, que se fijó en 5.000 euros, posibilitó la salida de inmediato de la prisión de Villabona de Álvaro A. S., lo que ocurrió en la tarde noche del miércoles. Llevaba casi cuatro meses encarcelado -la orden de prisión se dictó el 4 de diciembre- como supuesto responsable del fallecimiento de quien era su amigo desde la infancia, Juan Fombona Braga.

Respecto a las causas que pudieron llevar a que Álvaro A. S. arrollara con su vehículo al amigo con el que había compartido cena y noche de fiesta, a escasa distancia de las viviendas de ambos -los dos residían en Somió con su familia-, y se diera a la fuga dejándole mortalmente herido en la acera de la avenida Dionisio Cifuentes, esas siguen siendo una incógnita. El acusado se aferró desde el primer momento a que no recuerda nada de lo sucedido aquella noche y en este tiempo transcurrido la instrucción judicial no ha podido añadir ninguna declaración reveladora.

A falta de que se incorporen varias pruebas que se han pedido a la policía científica, la instrucción del caso -que puede prolongarse seis meses si no hay petición de prórroga- no se ha dado aún por concluída.