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Se disparan las peticiones de embriones in vitro a la Cooperativa de Agricultores

La organización amplía su producción genética y logra fecundar una treintena de hembras tras el éxito del ternero "Willy"

Se disparan las peticiones de embriones in vitro a la Cooperativa de Agricultores

Un mes después del exitoso nacimiento del ternero "Willy", la Cooperativa de Agricultores de Gijón no para de producir embriones in vitro para "curar" a vacas con problemas de fertilidad. La historia de "Mora", la frisona de 9 años que iba acabar en el matadero porque no producía leche y a la que la fecundación in vitro le salvó la vida, ha dado la vuelta a Asturias a juzgar por el aluvión de pedidos que recibe la empresa gijonesa Asturbiotech. La única firma privada en España dedicada a la producción de embriones en el laboratorio y perteneciente a la Cooperativa ha logrado exportar sus avances genéticos fuera del Principado y fecundar a una treintena de hembras de la región.

"Todas las semanas estamos transfiriendo embriones; el goteo es constante y ya ha nacido el segundo ternero", asegura el biólogo de Asturbiotech Alejandro Vázquez, que emplea una tecnología pionera en España, aplicable a cualquier tipo de reses y cedida por el área de Genética y Reproducción Animal del Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (Serida). La fórmula del éxito está, según el científico, en "no estar haciendo pruebas, sino aplicando en el mundo real una técnica más que contrastada". El Centro de Biotecnología Animal de Deva, dependiente de la consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales, lleva aplicando la fecundación in vitro en sus rebaños desde 1995 con fines experimentales. Desde entonces han nacido en sus instalaciones un total de 120 terneros. La Cooperativa ha dado el salto a la comercialización masiva de embriones en el sector ganadero, contribuyendo así a la mejora genética.

"El campo asturiano es un mundo pequeño y las buenas y malas noticias corren como la pólvora. A raíz de la noticia de 'Willy', la demanda se ha incrementado mucho", reconoce Alejandro Vázquez. El ganadero carreñense José Fermín Rodríguez, el primero en tener un animal in vitro producido por Asturbiotech, no sólo consiguió recuperar a su vaca "Mora", que ahora da leche, sino ganar otra vida: la de "Willy". El ternero de carne, de la raza Asturiana de los Valles, nació en el vientre de alquiler de su madre frisona a partir de los óvulos de una vaca sacrificada y del semen de uno de los toros de Asturiana de Control Lechero (Ascol), "Campanero".

Esta "mezcla" es la más solicitada, según el biólogo de la Cooperativa, porque de esta forma "matas dos pájaros de un tiro". "Por 30 o 40 euros que vale un embrión, la vaca vuelve a producir y encima tienes un ternero del que podrás sacar rentabilidad económica", añade. Diseñar un ternero mixto o frisón no interesa, ya que el primer caso "no sirve para mucho" y el segundo, "si es macho tampoco vale". Asturbiotech produce embriones tanto en fresco como congelados, lo que facilita su venta fuera de la región. "Ahora mismo con los sistemas de cultivo y de congelación del Serida, nuestro mercado es el mundo entero", asegura Vázquez. De hecho, la previsión de la firma es empezar a comercializar también en Europa y Sudamérica.

La Cooperativa gijonesa tiene capacidad para desarrollar embriones "a gusto del consumidor", aplicables a vacas, toros e incluso a razas extranjeras como el wagyu, originaria de Japón. La compañía ve con esta nueva tecnología otra línea de negocio que consiste en obtener embriones a partir de ejemplares con buena genética y venderlos a altos precios a cualquier ganadería del mundo.

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