Cuando viajas en una ciudad navegante de 330 metros de eslora, 44 de manga, 143.000 toneladas de peso o diecisiete cubiertas, en la que puedes disfrutar de siete restaurantes con comida europea o hindú; varias cafeterías y bares; un salón de juego con decenas de máquinas, dos ruletas y cuatro mesas de black jack; dos piscinas y dos jacuzzis; un gimnasio con vistas al mar y más de veinte máquinas de correr o elípticas, además de una sala de musculación y actividades, pocas cosas más puedes necesitar para pasar unas vacaciones de ensueño.

Sin embargo ayer, muchos de los casi 4.000 cruceristas británicos que llegaron a Gijón a bordo del "Britannia", apostaron por bajar a tierra firme a conocer la ciudad. "El sol", responde Mike Picks junto a su mujer, al ser preguntados por lo que más les ha gustado de Gijón. "Es una gran ciudad para estar de vacaciones", confirma la pareja, que se quedó prendada de la belleza de la playa de San Lorenzo. Al igual que Loids Green y sus amigos, que destacan la iglesia de San Pedro, junto a la playa. "Es fantástico", afirman los jóvenes, que no dudan en asegurar que "claro que volveríamos en unos años".

Como volvieron Brian Waters y su mujer, un matrimonio mayor que había visitado la ciudad ya hace tres años. "Nos gusta mucho, no dudamos en volver. Es una ciudad muy bonita, muy paseable, con gente muy agradable y, sobre todo, no excesivamente turística, sin muchos agobios", asegura Waters. Lo primero que hizo, al bajarse del "Britannia" fue pasear por Cimavilla, visitar algún monumento e ir a beber sidra. "Me encanta", confirma. Su mujer, por contra, optó por ir a la calle Corrida de compras, a algunas tiendas que recordaba de su anterior estancia.

La sidra sería protagonista también en la visita de Rachel Willsher y su familia. Tras pasear por Gijón, visitarán La Laboral y un llagar, con posterior espicha, merced a una excursión que moviliza hasta dos autobuses desde el centro de la ciudad.

Y es que la llegada de estos navíos tiene un impacto muy positivo en la ciudad, como afirma el concejal de Turismo, Jesús Martínez Salvador. "Su llegada se hace notar, reactiva la economía de la ciudad en un día que a priori no sería de muchas ventas para el sector", explica el edil, que afirma que "aún tenemos margen de mejora para crecer", en una temporada de cruceros que inaugura el "Britannia" y que contará con alrededor de 17 escalas, sumando alrededor de 30.000 visitantes, uno de los mejores años históricos.