Con mayor o menor intensidad y citando o no grupos concretos a los que culpar de lo ocurrido, pero el mensaje de los grupos de izquierda en Gijón era común ayer para condenar el altercado ocurrido en Cimavilla y exigiendo a las fuerzas de seguridad y a las instituciones que tomen medidas contundentes para erradicar la violencia en la ciudad.

"Las agresiones y manifestaciones de grupos de corte fascista o neonazi, de sobra conocidos en la ciudad, han dejado de ser una excepcionalidad para ser un hecho recurrente ante la total impunidad con la que actúan", critica el coordinador local de Izquierda Unida, Faustino Sabio. "Es necesario actuar con contundencia y actuar de una vez contra estos grupos organizados, de sobra conocidos en las gradas de El Molinón", añadió el coordinador de la formación. Xixón Sí Puede, por su parte, volvió a responsabilizar a Ultra Boys del asalto y admitieron -por boca de Mario Suárez del Fueyo- que tienen "miedo" por "la situación de violencia organizada" que ellos describen, "con grupos organizados que surgen de entre aquellos que usan el fútbol como su bandera de presentación". Suárez del Fueyo lamentó además que la ciudad no da a estos hechos violentos "la importancia que se les debería dar" y ha pedido a la ciudadanía "que reaccione" ante estos episodios.

El portavoz de Izquierda Socialista en Gijón, Hugo Fernández, aprovechó estas actitudes "de naturaleza fascista" para existir las medidas oportunas que permitan "llevar a los autores ante las autoridades judiciales" y también "poner los medios disponibles para evitar que hechos violentos de estas características vuelvan a suceder en Gijón".

Por su parte, la directiva del Unión Ceares -que el día de autos celebraba una fiesta en compañía de aficionados del club inglés Stockport Country, de Manchester, con el que están hermanados- también se sumó a las críticas por lo ocurrido y agradeció públicamente las muestras de apoyo dispensado. La directiva del Ceares se reunirá a lo largo de esta semana para valorar si presenta una denuncia como club de forma institucional. "Nos preocupa no solo volver a ser el objetivo de estos grupos violentos vinculados a ideas neonazis, si no especialmente lo habitual que se están volviendo estos hechos en nuestra ciudad", reconocen desde la entidad deportiva.

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