La advertencia estaba hecha y ayer se hizo efectiva. Los vecinos del barrio de Nuevo Roces comenzaron a primera hora de ayer sus anunciadas movilizaciones para solicitar la creación de un colegio público en el barrio.

La primera de estas movilizaciones consistió en retrasar la salida de los autobuses escolares del barrio, desde la parada de transporte escolar de la calle Alicia Concepción. Un acto al que acudieron decenas de vecinos y que transcurrió sin ningún incidente. "Estamos contentos por cómo fue la movilización, pero muy descontentos por tener que hacerla. Preferíamos no tener que salir a la calle", explicita Tania Gordaliza, miembro de la asociación vecinal.

Desde el colectivo se advierte que "no pararemos hasta que consigamos un compromiso por escrito por parte de la consejería de Educación de que, mientras no exista un colegio en el barrio, nuestros hijos dispondrán de transporte gratuito a los centros educativos adscritos", especialmente a los colegios Noega y Piñole, en Contrueces. Tras ello, la lucha continuará hasta la consecución de un colegio para el barrio.

Las movilizaciones parece que comienzan a tener su efecto. Esta misma mañana, el consejero de Educación, Genaro Alonso, volverá a recibir a los vecinos de Nuevo Roces, tras su negativa, la semana pasada, a construir un centro educativo en el barrio, basándose en que "hay plazas libres en otros colegios de la zona". De ahí que los vecinos aseguren que "están usando a nuestros hijos como relleno".

Por su parte, el grupo municipal del PSOE en el Ayuntamiento de Gijón, aseguraron ayer que "desde la Consejería sabrán dar la solución adecuada para que Nuevo Roces cuente con un colegio público", entendiendo que "el consejero es plenamente consciente de las necesidades educativas del barrio". Las movilizaciones continuarán hoy, con la presencia en el pleno municipal de varios vecinos del barrio.