"Informar, informar e informar". Ésa es la receta que el brigada de la Guardia Civil Gonzalo Lorenzo, comandante del puesto de Noreña, ofreció ayer en la sede Asociación Alarde, sobre los riesgos existentes en las redes sociales y las nuevas tecnologías, destinado a familiares de personas con discapacidad.

Para Lorenzo, "los padres tienen que ejercer de padres", arguyendo que "no debemos prohibir, sino navegar con ellos, informarles, aconsejarles y acompañarles. No se trata de entrar en su privacidad, sino de ganarse su confianza". A fin de cuentas, "asesorarles para que no sean víctimas de delitos ni cometan ninguno".

El miembro del instituto armado lo tiene claro: "internet es una selva, te puedes encontrar cualquier cosa, pero también es una gran herramienta, si se le da buen uso".

Las precauciones que Lorenzo acercó ayer a los presentes de la charla pasan por "no facilitar datos que no se deben en las redes sociales, no compartir imágenes comprometidas que puedan ser usadas en nuestra contra o no relacionarse con personas no adecuadas". Todo ello para no caer en uno de los múltiples delitos que cada día se llevan a cabo en internet.

"Más de la mitad de denuncias que recibimos hoy en día son por hechos producidos en el ámbito de internet", ejemplifica Lorenzo. Acoso sexual, amenazas, robos, hackeos o suplantación de la identidad son solo algunos ejemplos y "cada día hay más", como explica Lorenzo: "la tecnología avanza muy rápido y siempre nos coge con el pie cambiado". El Guardia Civil también se queja de que "los delitos realizados en internet son mucho más difíciles de investigar, porque podrían producirse desde cualquier lugar del mundo. El hombre que robaba gallinas ya no existe, ahora todo se hace por internet, que es más fácil y cómodo", enfatizó.

Así, Lorenzo planteó la posibilidad de controlar, mediante la inhabilitación de algunas webs, qué páginas visitan los jóvenes; analizar el historial para ver qué sitios visitan o controlar las horas diarias que dedican a internet. El problema es que "los jóvenes están mucho más avanzados, han nacido con ello, tienen mucha más soltura. Muchos padres no saben ni configurar la red". Pero Lorenzo avisa: "aunque sean más vulnerables, siguen teniendo sus derechos y hay que respetarlos, dentro del deber que tenemos de custodia sobre nuestros hijos".

Lo esencial es "que nuestros hijos no nos vean como enemigos, que no piensen que lo hacemos por fastidiarles". Más aún en una época en la que "el móvil es el regalo de comunión, y los menores no ven sus peligros".

Y Lorenzo explicita: "Ante cualquier indicio, debemos denunciar", entendiendo igualmente que "en muchas ocasiones, es más doloroso ver expuesta nuestra intimidad que una agresión física. Es humillante". El ponente enfatizó que "una vez que enviamos una foto o un vídeo, perdemos totalmente su control".

Para el brigada de la Guardia Civil, los jóvenes con discapacidad "diferencian entre el bien y el mal, pero quizá no tengan tanta percepción de peligro", por lo que el control parental debería ser más estricto para evitar cualquier problemática derivada del uso irresponsable de las redes sociales.