Un salmantino de 66 años y vecino de Gijón ha sido condenado a cuatro años de cárcel por un delito de abuso sexual perpetrado contra la hija menor de edad de la prima de su mujer, a la que besó en la boca y tocó el pecho en varias ocasiones. Una condena que ahora ha ratificado en su totalidad el Tribunal Supremo, que también valida la indemnización de 6.000 euros que recibirá su víctima, de 12 años en el momento de los hechos.

Pese a la sentencia de la Audiencia Provincial, el implicado en estos abusos sexuales recurrió al Supremo alegando vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva y por infracción de ley. Entre sus argumentos está la imparcialidad de uno de los magistrados del tribunal de la sección octava porque saludó al abogado de la acusación particular antes de iniciarse la vista oral en la que salió condenado. La desestimación del Tribunal Supremo, aclara, que "el hecho de que uno de los miembros del tribunal saludara al letrado de la acusación tampoco afecta 'per se' a su imparcialidad". Por todo ello ha ratificado la condena contra el acusado.

El condenado, según la sentencia de la sección octava de la Audiencia Provincial de Asturias, repitió varias veces la misma actuación. Una vez, invitó a la menor a su casa en la Navidad de 2013 bajo el pretexto de ir a ver el Belén. Una vez subidos en el ascensor la besó en dos ocasiones en los labios. Otro día, le propuso que le acompañase a lavar el coche y, una tercera vez, la instó a subirse a su vehículo, donde le puso la mano en el muslo, la besó en la boca le tocó el pecho por encima de la ropa. Así lo declaró la menor en sede judicial y así quedó probado por ser su relato "coherente, sin ambigüedades ni contradicciones y periféricamente corroborado por otros medios de prueba.

El culpable de esta agresión sexual dijo entonces que si la besó "fue sin intención" y justificó sus encuentros con la menor en un encargo que había recibido del difunto padre de la víctima "que le confió a la niña antes de morir", diciendo "que no se fiaba mucho de la madre y que por favor le echase un vistazo". Una explicación que también quedó demostrado no era cierta, pues varios testigos confirmaron en sede judicial que el condenado y el padre de la menor no tenía trato ni relación de ningún tipo. Ahora cumplirá cuatro años de cárcel.