Tener una vida sexual placentera y segura no significa "ponerse un preservativo de la cabeza a los pies", sino "aprender a pensar y vivir nuestra sexualidad siendo capaces de decidir cómo queremos vivirla, de determinar cómo son nuestras relaciones, cómo queremos protegernos". Es la reflexión que ayer lanzaron Clara Martínez y Teo Juventeny en la jornada "Jóvenes mano a mano frente al VIH", organizada por el Comité Ciudadano Antisida de Asturias.

Los dos expertos, encargados de organizar talleres educativos en este ámbito entre los más jóvenes, destacan cómo el miedo "no es una herramienta válida" para educar a los adolescentes en una sexualidad segura. "Es necesario poner el foco en el placer como herramienta de prevención", porque "la juventud debe desarrollar una actitud crítica y entender que la sexualidad es un proceso; una persona que está conectada con su placer tiene mucha más capacidad para enfrentarse a los riesgos, y no sólo a los referidos con la transmisión de enfermedades o embarazos no deseados, sino otro factor de riesgo muy importante que tiene que ver con las violencias", reflexionaron los dos ponentes con la sentencia de la "Manada" en mente. En este sentido, destacaron cómo "tenemos que apostar muy fuerte por dar herramientas a la chicas para que se puedan defender, para que puedan identificar las violencias, pero sobre todo, tenemos enseñar a los chicos a no agredir", sostuvo Teo Juventeny.

"La chicas pueden decidir cómo quieren vivir su sexualidad"

"La apuesta tiene que ser hacerles sentir vulnerables, que entiendan que la falta de consentimiento es una agresión y se sale de una relación placentera y saludable, y paralelamente que las chicas puedan decidir cómo quieren vivir su sexualidad, identificando las violencias sutiles, más allá del insulto o la violencia física, sino aquellas actitudes que el patriarcado nos ha hecho normalizar y que tenemos que destapar", remató Clara Hernández.

Del mismo modo, los ponentes incidieron sobre la necesidad de reflexionar sobre el uso que hacen de las redes sociales los adolescentes, y sobre el hecho de que la sexualidad se construye a priori desde una posición de desigualdad. Es decir, "no estamos mirando las relaciones de género desde una perspectiva feminista", teniendo en cuenta "la esfera más procedimental, la parte de negociación que tiene que ver con cómo nos relacionamos, con qué expectativas tenemos en unas relaciones que al final se dan en un marco de desigualdad", porque como señalan los dos expertos, "los chicos construyen su masculinidad basándose en prácticas de riesgo y en mostrarse hipersexuales", mientras que "la pasividad, la complacencia y el cuidado de las necesidades de los demás por delante de las propias son elementos fundamentales de la feminidad", sostuvieron. De ahí la importancia de trabajar, especialmente con las chicas, en "fomentar el derecho al propio cuerpo para generar dinámicas de autocuidado".

El cambio en el mensaje que se hace llegar a los más jóvenes, apuntaron, deber de ir enfocado a que "la sexualidad es una faceta de la vida humana que puede aportarnos mucho placer y que nuestras relaciones sean más placenteras implica también que sean más seguras".

En el sentido de fomentar la seguridad en las relaciones también se manifestó ayer Teresa Español, presidenta de la Fundación Lucía Sida Pediátrico e inmunóloga, quien llamó la atención sobre el hecho de que "todos podemos estar infectados", por lo que "hacerse la prueba es esencial, barato y anónimo", recomendó, dado que "el buen estado general de las personas portadoras del virus hace que se haya perdido el miedo y se crean inmunes para contraer la infección". Ante esta situación, y para evitar nuevas infecciones, la doctora recomendó "prevención y usar siempre condón en las relaciones sexuales", algo que, siendo evidente, algunos jóvenes han empezado a pasar por alto y "no podemos olvidar que hasta ahora no hay cura para la infección".