"Las niñas de hoy serán lo que quieran ser el día de mañana". Ese es el mensaje que se llevaron grabado a fuego las sesenta alumnas del colegio Corazón de María de Gijón que ayer participaron en el evento "Inspiring Girls", en el Centro de Cultura Antiguo Instituto.

En él, una docena de voluntarias contaron a las jóvenes alumnas sus experiencias vitales, todos los escollos que tuvieron que superar para llegar a su actual situación profesional. La guardia civil Celia Doval, la jugadora de rugby Berta García, la fiscal de violencia de género María Eugenia Prendes o la gerente de área de Pronokal Viky Blanco se consolidaron ayer como referentes para las "niñas sin límites, asturianas del futuro", leitmotiv de las jornadas.

"Quien más nos conoce somos nosotras mismas, las únicas que podemos ponernos límites. Nadie nos puede decir qué podemos hacer y qué no", explicó Carlota Acebal, alumna de 3º de ESO, que ejerció como portavoz de sus compañeras. "Pensábamos que nos iban a hablar de sus profesiones, de en qué consistían, pero no; nos hablaron de lo que podemos llegar a ser y de las dificultades que nos podemos encontrar en el camino", enfatizó. "Hoy somos 60 alumnas del Codema, pero tenemos que retransmitirlo, que la sociedad conozca estos movimientos para conseguir la igualdad de género", concluyó.

Los objetivos de la jornada pasaban porque las jóvenes alumnas aumentasen su autoestima, su ambición y sus expectativas. Todo para luchar contra los estereotipos a los que desde pequeñas se enfrentan. "No hay carreras de hombres ni de mujeres", aseguró Marta Pérez Dorao, presidenta de la Fundación Inspiring Girls, quien hizo especial hincapié en la necesidad de "no cortar las alas" a las jóvenes: "si les dices que no pueden, ni se arriesgan. En la adolescencia son muy influenciables, hay que decirles que se esfuercen, que pueden, que valen y lo van a conseguir". A fin de cuentas, "fomentar capacidades y habilidades para que sean lo que quieran ser".

"Tener los ojos abiertos para aprovechar las oportunidades", "el equivocarse también es aprendizaje, fracaso es quedarse parado y no volver a intentarlo", "siempre hay que estar formándose" o "lo más importante es ser esforzada", son algunos consejos que les ofrecieron las profesionales durante el día de ayer.

"Es una gran experiencia, nos hicieron creer que todas podemos llegar donde queramos, que no hay límites, que podemos hacer cualquier cosas que nos propongamos", aseguró Inés Varela, alumna de primero de bachillerato que, al término de la sesión aún no tenía muy claro por dónde discurriría su carrera profesional, pero sí que "si me lo propongo, lo voy a conseguir".

De su mismo curso, Olaya Folgueiras, extraía otra conclusión: "no tenemos que ponernos límites, no hay carreras de hombres ni de mujeres". Y, a fin de cuentas, "tener buena actitud para enfrentarnos a lo que venga". Porque, como aseguró Marta Rodríguez, jefa de selección de Alsa: "las cosas cambian porque nosotras hacemos que cambien".