Eran sobre todo importantes restaurantes y marisquerías que estaban descontentos con la asociación hostelera existente. Protestaban porque había establecimientos que daban comidas sin tener licencia, "por ejemplo en la nueva escuela de hostelería abierta recientemente en Begoña, dan comidas por 2.500 pesetas el menú". Otra protesta era una comida pagada por el Ayuntamiento para 40 personas, no en un bar de la ciudad sino en el Club de Golf.