La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Cuarenta barcos de cerco arribaron a El Musel con la llegada de la costera del bocarte

La jornada del martes fue una de las de mayor volumen en Lonja Gijón, tras el récord de 300.000 kilos alcanzado en 2015

51

La bocartada en la lonja de El Musel.

La descarga de bocartes que realizó la flota de cerco el pasado martes en la lonja de El Musel se cerró finalmente con la subasta 18.000 cajas con un total de 165.000 kilogramos, lo que supuso una de las mejores jornadas de esta costera en la rula gijonesa en los últimos años.

Al muelle de Rendiello, en el que se encuentra la lonja de El Musel, arribaron a lo largo de la tarde del pasado martes 40 pesqueros de cerco, en su mayor parte barcos con base en el País Vasco, Galicia y Cantabria, aunque también forman parte de la flota cuatro pesqueros asturianos. Por momentos llegó a haber hasta 25 embarcaciones en el muelle para descargar, subastar sus capturas y volver a echarse a la mar. El precio medio por kilo de las subastas del pasado martes fue de 2,29 euros, con un mínimo de 99 céntimos de euro y un máximo de 4,26 euros.

La mayor parte de las capturas descargadas en El Musel fueron adquiridas por conserveras de Cantabria y el País Vasco, junto a alguna asturiana y a mayoristas gallegos. Su destino será transformarse en anchoas. También hubo una parte de adquisiciones para la venta del producto fresco en las pescaderías.

Los 165.000 kilogramos subastados el martes en la cancha gijonesa no suponen el récord de la lonja de El Musel. En 2015, año en el que se produjo una costera excepcional del bocarte, se llegaron a rular en una sola jornada en El Musel más de 300.000 kilos de esta especie, el 3 de junio de aquel año, cuando se juntaron 63 cerqueros en el muelle del Rendiello. Aquel año la costera del bocarte se cerró con la venta de 1.415.000 kilogramos y una facturación de 5,3 millones de euros.

La costera del año siguiente acabó en blanco para El Musel. En 2017 volvió a haber una jornada espectacular, con la descarga de 130.000 kilos, la mayor parte de los 189.804,40 euros con que se cerró ese año.

El retorno a Gijón el pasado martes de la flota de cerco para descargar los bocartes se debió a la cercanía al puerto gijonés en la que estaban faenando en esa jornada, con los cardúmenes localizados a unas 20 millas náuticas (37 kilómetros) al norte de Villaviciosa.

Las expectativas para que la de ayer volviera a ser una jornada de elevado negocio en la cancha de El Musel acabaron esfumándose por el desplazamiento de la pesca hacia aguas cántabras. En Gijón tan sólo se subastaron ayer 80 cajas, con 750 kilos de bocarte, descargadas por la mañana por una embarcación. No llegó nada más, al trasladarse la pesca hacia el este. Durante la mañana y primera hora de la tarde el grueso de la flota ya estuvo faenando entre Llanes y San Vicente de la Barquera. Los barcos optaron por ir a descargar, a media tarde al puerto cántabro de Santoña. El retorno de descargas de bocarte a El Musel dependerá del desplazamiento de los peces.

Compartir el artículo

stats