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Cirujana plástica, organizadora en Gijón del congreso de la Sociedad Española

Lourdes Cosío: "La operación de párpados es hoy en día de las más frecuentes en cirugía estética"

"El cirujano tiene que saber decir que no: sólo se debe operar si la intervención supone un beneficio claro; si no, nunca se debe actuar"

Lourdes Cosío, en su consulta gijonesa. PABLO SOLARES

Gijón acoge mañana y pasado la reunión anual mas importante de la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética, que este año se celebra de forma monográfica alrededor de la Cirugía orbitoépalpebral. En el encuentro se profundizará en todas las facetas quirúrgicas de esta zona, desde la estética, la reconstrucción postumoral y posquemaduras, la parálisis facial o las fracturas orbitarias. Se trata de una cirugía cada vez más frecuente sobre todo en su vertiente estética, tal y como explica la doctora gijonesa Lourdes Cosío, miembro del comité organizador de un evento que contará con ponentes de primer nivel como el neoyorquino Henry Spinelli. A lo largo de dos días se hablará del presente y el futuro de la cirugía plástica, las nuevas tendencias en cirugía de párpados o las innovadoras técnicas que permiten reutilizar la grasa sobrante en unas zonas del cuerpo para la mejora estética o funcional de otras.

- ¿Por qué han elegido un encuentro monográfico sobre la cirugía de párpado?

-Es una cirugía que tiene mucha frecuencia y mucha trascendencia dentro de las que realizamos y queríamos verla en todas las vertientes: desde la estética, para mejorar las bolsas de los ojos, los excesos de piel que apagan mucho la mirada y envejecen, y que con una cirugía relativamente sencilla se pueden corregir, teniendo en cuenta además que tiene una connotación genética importante; y también desde el punto de vista reconstructivo, que también es importante para casos de tumores, quemaduras, fracturas...

- ¿Qué casos son los más frecuentes en las consultas de cirugía estética?

-Indudablemente la befaroplastia, la cirugía de los párpados. No es que haya aumentado, sino que es una de las cirugías más frecuentes, porque la expresión de la cara va ligada a la mirada, y cuando está afectada por lo que tiene alrededor del ojo, cuando hace que la mirada se apague, tenemos a nuestro alcance una cirugía que hacemos con anestesia local, sencilla, sin ingreso hospitalario y con rápida recuperación que hace que el beneficio que se obtiene sea espectacular. Y tras este tipo de cirugía se capta una mejora pero sin que se note la intervención. El secreto de una buena cirugía es la naturalidad, y se puede conseguir con una cirugía sencilla, ambulatoria y muy agradecida.

- ¿Sigue estando de moda el aumento de pecho?

-Sigue siendo la primera en frecuencia de cirugía estética. Posiblemente después estén las intervenciones relacionadas con el contorno corporal, las liposucciones, y en tercer lugar la cirugía de párpados, que cada vez aumenta más.

- ¿Ha cambiado el perfil del paciente de la cirugía estética?

-Notamos una diferencia en el género: cada vez hay más hombres que se animan a operarse. Aunque sigue siendo más frecuente en mujeres, hay un porcentaje cada vez más importante de hombres que se operan. En cuanto a la edad, depende del tipo de cirugía. Por ejemplo en la de párpados puede deberse a una carga genética, por la que una chica joven en la treintena puede presentar bolsas en el párpado inferior, y esas pacientes que tienen este problema, en el momento que les haces esa cirugía que ni siquiera deja cicatrices, les cambia mucho la vida. Y en los casos de cirugía por exceso de piel, el rango más frecuente está entre los 40 y los 50 años.

- ¿Cómo ha evolucionado la cirugía estética en los últimos años?

-La medicina afortunadamente avanza y en esto también avanza. Ahora utilizamos técnicas que son muchísimo menos agresivas. Por ejemplo para quitar las bolsas utilizamos la técnica trasjuntival, que no deja incisiones y tiene menos secuelas. Cada vez tenemos cosas más novedosas y refinadas para conseguir el efecto.

- ¿Se ha democratizado la cirugía estética?

-Sí, indudablemente. Lo que pasa es que la visión que se tiene de este tipo de intervenciones igual es a través de determinados tipos de programas donde se transmite la idea de que estas cirugías las hacen personas dedicadas al espectáculo o relacionadas con determinados ambientes sociales, y eso para nada es real. Los pacientes que nosotros tenemos son pacientes normales, de todos los estratos, porque el coste económico es asequible. Cada vez es más asequible para todo el mundo y cada vez más gente se anima a ello.

- Como profesional, ¿qué consejo da a quienes se someten a una intervención de estética?

-Nosotros siempre somos muy insistentes. Hay que acudir siempre a un profesional cualificado. Hay veces que la gente no va a los sitios adecuados, y no podemos olvidar que tiene que ser un cirujano plástico el que se haga cargo de estos casos. El título de nuestra especialidad es cirugía plástica, reconstructiva y estética, con lo que cualquier cirujano plástico ha pasado por unos periodos de formación extensos, con una experiencia muy grande, y por lo tanto el refinamiento quirúrgico es muy grande. Ese tipo de cosas que se ven a veces me atrevería a decir que en muchos de los casos ni siquiera son intervenciones quirúrgicas. Cuando una cosa es tan llamativa que te das cuenta es muy posible que esa persona no esté operada y que tenga otro tipo de actuaciones que no consiguen el resultado deseado. Con un bisturí estamos intentando buscar la naturalidad; cualquier cosa que se salga de eso no es el objetivo. Intentamos que la persona realce lo que es, no crear otros rasgos; eso es un error.

- ¿El cirujano plástico tiene que saber decir que no?

-Indudablemente. Y muchas veces así es. En cirugía empleamos la palabra indicación; cuando le dices a alguien que está indicado para una intervención en realidad le estás diciendo que ese acto quirúrgico en la balanza entre riesgo y beneficio está clarísimamente inclinada a favor de los beneficios. De no ser así, lo que hay que hacer es no operar. Siempre. Y en muchas ocasiones hay que decir a los pacientes que determinadas cosas no se operan.

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