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Pajujo, el hermano farandulero de Adeflor

Arturo García García, polifacético gijonés que llegó a triunfar en México como tenor cómico y donde debutó como novillero

Arturo García García, "Pajujo".

El gijonés apodado "Pajujo" era Arturo García García (Gijón, 1868-México, 1941), cantante, torero, actor cómico, acróbata y salsa en todas las fiestas. Como tenor cómico triunfó en México, en muchos teatros, eso ya a partir del año 1901, y al poco tiempo vemos que el diario "El Noroeste" se hace eco de su actuación en aquel país como novillero.

En el mes de junio de 1905, en el comercio Casa Masaveu de la calle Corrida, se mostraron muchas fotografías de Pajujo con imágenes de sus actuaciones teatrales y de sus incursiones taurinas. Aquí, en Gijón, había sido director de grupos de teatro de aficionados, protagonista de muchos saraos y profesor en una escuela, pero "ambicioso y deseoso de hacer las Américas" había tomado un vapor a México, donde triunfó con el nombre artístico de Arturo García Pajujo.

Leemos en "El Noroeste" que "Pajujo trabaja en México como artista escénico y vive como un príncipe, al decir de la gente que llega de esa República". En mayo de 1906 Vicente Castillo, amigo desde siempre de Pajujo, llegó a Gijón con la idea, y con los poderes, de contratar a nuestro artista en algún teatro gijonés, "y es que Pajujo, tras cinco años fuera de Gijón, tiene un gran repertorio de obras dramáticas y de zarzuela, grande y chica, y quiere volver a actuar en la ciudad donde vio la luz".

Alfredo García García, "Adeflor", periodista, autor de obras como "El concejal", escribió entonces en una de sus "Charlas gijonesas", en enero de 1906, sobre esa posibilidad de que regresase a su ciudad natal en olor de multitud. Adeflor (que era el hermano menor de Pajujo) recuerda en un artículo que "el triunfante y popularísimo Pajujo" fue quien le había enseñado a andar en bicicleta en el velódromo de Gijón, una zona, parte de la antigua muralla decimonónica, que hoy situaríamos junto al museo dedicado a Nicanor Piñole.

El día de Begoña del año 1910 Arturo García, "Pajujo", sí que vuelve a Gijón y participa como caballista y vestido de charro mexicano, en una becerrada en El Bibio. Se componían para Pajujo coplas como esta con alusiones a la sociedad gijonesa La Chistera, al empresario Manuel Dindurra y a los toreros Tomás Fernández Alarcón "Mazzantinito", Ricardo Torres Reina "Bombita Chico", y José Claro "Pepete". Este último diestro, sevillano, moriría de una cornada en la plaza de toros de Murcia un mes más tarde, el 7 de septiembre de 1910.

Viva el lujo y quien lo trujo,

toros de Ripamillán,

Pepete, Bomba, Mazzantinito

y Arturo Pajujo.

¡Vaya un cartel, vaya un lujo

tan rico y tantarantán.

Conque charro y mexicán,

nunca pensé yo, Pajujo,

ni verte con tanto lujo

ni que fueras un charrán.

Para el charro mexicano,

¡ándele y no se dilate!

qué solemne disparate

tal trajecito en verano.

Mas, vistes bien, ¡vive Cristo!

con el traje y el sarape,

soy sincero ¡qué carape!

nunca tan majo te he visto.

Merecen, de igual manera,

los plácemes a granel,

los chicos de La Chistera,

y Dindurra (don Manuel).

Aquellos por sus loables

afanes, su extraordinario

trabajo que fue un calvario.

Éste por ser indudables

sus arrestos de empresario.

Presidió la becerrada, que organizaba la sociedad La Chistera, el entonces alcalde de Gijón, Donato Argüelles, que llevaba puesta ese día precisamente una chistera americana regalo de Pajujo. Nuestro mítico de hoy no toreó ese día, sólo salió montado en una jaca a pedir la llave, vestido de mexicano, "y haciendo unos alardes de equitación". A los pocos días, el día 27 de agosto de 1910, Pajujo pasa de El Bibio al Jovellanos. Efectivamente, consigue llenar el teatro Jovellanos (el que estaba donde hoy está la biblioteca Jovellanos) y "causa admiración entre los espectadores con su caricatura de orador parlamentario, disparatado discurso dicho de modo magistral y que hizo que el público lo ovacionase estruendosamente". Además Pajujo, aquel día, interpretó zarzuela, concretamente una parte de "Los camarones" que tenía texto de Carlos Arniches y música de Tomás López Torregrosa.

"Pajujo se va" publicó la prensa gijonesa el 18 de septiembre de aquel mismo año de 1910. En efecto, con una comida en un restaurante de La Guía, los amigos de Arturo García García, "Pajujo", lo despedían ante su nueva marcha a México, "donde el artista es tan popular ahora como lo es en Gijón". Desde Santander salía el día 20 el vapor Alfonso XIII y en él iba embarcado nuestro Pajujo.

En México Pajujo siguió metiéndose al público en el bolsillo tomando su apodo como su segundo apellido: Arturo García Pajujo. Triunfando como tenor cómico, como acróbata, como torero bufo, y como imitador de cupletistas. Pero hizo algo más. En 1917, año en que se aprueba la constitución mexicana y termina la revolución, funda el semanario "El elemento sano", y como periodista trabaja muchos años. Se casó con María Victoria Martínez, tuvo varios hijos uno de ellos Arturo García Martínez que fue gerente de la Metro Goldwing Mayer durante cuarenta años, y uno de sus nietos fue Roberto García Romero que actuaba con el nombre artístico de Roberto Cobo e intervino en papeles destacados en películas como "Los olvidados" (1950), de Luis Buñuel.

El gijonés Pajujo murió en México en el año 1941, a los 73 años, popularísimo en ese país hasta el punto de que una calle en Guadalupe, Monterrey, en la actualidad lleva su nombre. Personaje singular, mítico sin duda, hermano de alguien más serio como era Adeflor (tuvieron otro hermano de nombre Alicio) y uno de tantos raros y olvidados que pulularon por Gijón y por el mundo. Payaso de circo, actor cómico, becerrista, equilibrista, caballista, rapsoda? Locutor también porque fue el impulsor de la radio mexicana Radio XEW?

En el año 1925 Fabriciano García, Fabricio, dedicó un soneto a Pajujo.

PAJUJO

Ye un payaso de circo qu'hay [ que vellu,

cuando sal n'es funciones al [ cercau,

pues ye n'el mundo conociu y

[ honrau

pe'l trabayu n'a barra y en [ aniellu.

Si se escueye, faciéndose un [ xuviellu,

fegura tar de guesos desgonciau

o ser de pastia o goma si [ empalmau

se fai pa trasformase en [ xaramiellu.

Blinca en ta más qu'un corchu [ o saltaprados,

per riba diez caballos apariaos,

sin tocayos al pelu co la pata;

y al facer con sos gracies y veyures

reise a más reir les creatures,

pliega un saltu mortal? ¡y non [ se mata!

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