La Paz / Oviedo

El Gobierno boliviano aseguró ayer que el Estatuto de Autonomía que, según todas las estimaciones, aprobó el domingo en referéndum la provincia de Santa Cruz, el distrito más rico del país, es «inaplicable» porque la alta abstención en la consulta demostraría que carece de consenso. Sin embargo, con el 34 por ciento del voto escrutado, el sí se imponía anoche por un 84% de los votos, con una abstención del 35%.

Todo indica, informa «Efe», que Santa Cruz votó el domingo a favor de un Estatuto que le dará competencias hasta ahora reservadas al Gobierno central en educación, seguridad, justicia y economía. Se trata de edificar una barrera conservadora contra el plan del Gobierno del indigenista Evo Morales de «refundar» el país con una nueva Constitución socialista.

Horas antes de conocerse los datos oficiales parciales reseñados más arriba, el ministro de Interior, Gustavo Rada, situó la abstención en el 40 por ciento y consideró este porcentaje una supuesta muestra de la falta de consenso sobre la autonomía en el distrito que es la capital económica del empobrecido país. «Santa Cruz ha quedado dividida: un 50 por ciento que se abstuvo, votó en contra, nulo o blanco; y el 50 por ciento que votó por el "sí"», agregó el ministro de Gobierno, a quien los primeros resultados no especulativos parecen quitarle la razón.

Los dirigentes autonomistas afirmaron que el nuevo Estatuto pretende frenar las ambiciones centralistas del presidente Morales, quien, afirman, busca con la nueva Constitución aumentar el control del Estado sobre la economía y dar más poder a la mayoría indígena.

El mismo domingo por la noche, Morales aseguró en un mensaje dirigido a la nación que la consulta de la oposición fue un fracaso, calificándola de «ilegal y separatista». La jornada de votación estuvo marcada por la violencia, con decenas de heridos en choques entre seguidores del Gobierno, que intentaron boicotear el referendo, y simpatizantes autonomistas, que defendieron con piedras y palos los colegios.

Como Santa Cruz, otros tres distritos opositores convocarán consultas de autonomía, en una muestra de la polarización en Bolivia entre los sectores más ricos y los indígenas fieles a Morales que viven de la agricultura de subsistencia en las sierras del Occidente. Los empresarios cruceños, que fueron los principales impulsores de la autonomía, también están enfrentados con el Gobierno central por una reforma agraria que podría hacerles perder decenas de miles de hectáreas a los terratenientes del departamento.

Así las cosas, Morales convocó el domingo mismo a los gobernadores «rebeldes» a dialogar de inmediato sobre una «verdadera» autonomía. El Gobierno de Estados Unidos instó, por su parte, al Gobierno y a la oposición en Bolivia a que «vuelvan» al diálogo y resuelvan sus diferencias de manera «pacífica y duradera», y pidió a ambas partes que rechacen la violencia.