Washington

La aspirante a la candidatura demócrata a la presidencia de EE UU Hillary Clinton participó ayer en mítines por todo el país en una demostración de que no piensa abandonar, pese a la ventaja que le lleva su rival, Barack Obama, con 1.848 delegados frente a los 1.693 de Clinton.

Obama, que arrolló a Clinton en las primarias del martes en Carolina del Norte y perdió por poco en Indiana, es visto desde entonces el virtual ganador del combate demócrata por la nominación. Aunque es muy difícil que logre reunir el número mágico de 2.025 delegados en las urnas, todos los observadores estiman que, tras el paseo militar del martes, el voto de los superdelegados hará de Obama el hombre encargado de disputarle al republicano John McCain la presidencia norteamericana.

En el seno del Partido Demócrata ya han comenzado a surgir los llamamientos para que la senadora se retire y deje el campo libre a Obama. Pero el presidente de la campaña de Clinton, Terry McAuliffe, declaró ayer que Clinton «puede ganar los estados que necesitamos ganar en las elecciones generales. ¿Por qué tendría que renunciar hasta que haya un candidato con el número de delegados necesario?», se preguntó. Sin embargo, McAuliffe abrió la puerta a un final del proceso a comienzos de junio, una vez se hayan disputado las seis primarias que aún quedan pendientes.

«Esto acabará a principios de junio. Todos hemos dicho que al final estaremos unidos. Si Hillary no gana, el ex presidente (Bill Clinton), yo mismo, ayudaremos todos a Obama. Y al revés», dijo.

De las seis primarias que quedan por disputar, las encuestas favorecen a la ex primera dama en tres -Virginia Occidental, Kentucky y Puerto Rico- y al senador por Illinois en las otras tres: Oregón, Montana y Dakota del Sur.

Entre los seis estados suman 217 delegados, que, dadas las complicadas reglas de reparto proporcional, es imposible que sirvan para inclinar la situación de modo decisivo de un lado o de otro.

La única esperanza de Clinton es persuadir a los superdelegados que aún no se han comprometido con ningún aspirante para que la respalden a ella, con el argumento de que se ha impuesto en estados clave y tendrá mejores opciones frente a McCain. Pero, tras los comicios de Carolina del Norte e Indiana, al menos cuatro superdelegados han expresado su apoyo a Obama. Clinton ha sumado dos.