Rangún

La junta militar birmana dio ayer su brazo a torcer y anunció que permitirá la entrada en el país de cooperantes, «independientemente de su nacionalidad», para que asistan a los damnificados por el ciclón «Nargis». La concesión se produce tras la visita del secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, quien se entrevistó con el líder birmano, Than Shwe. El anuncio se hizo el mismo día en que el referéndum constitucional llegó a las áreas devastadas por el ciclón. La líder de la oposición, Suu Kyi, votó bajo arresto domiciliario.