El presidente estadounidense, Barack Obama, afirmó este domingo que la petrolera BP deberá asumir el coste del gran vertido de crudo que afecta desde el pasado 20 de abril y advirtió de que la región se enfrenta a un "potencialmente a un desastre medioambiental sin precedentes".

"BP es responsable de este vertido. BP pagará la factura", afirmó Obama desde Luisiana, donde se encuentra para evaluar personalmente el impacto de la 'marea negra'. "Como presidente de Estados Unidos no voy a escatimar esfuerzos para responder a esta crisis mientras continúe", apuntó.

El objetivo, explicó, es ahora poner un límite al derrame provocado por la rotura del pozo petrolífero submarino y prometió que el Gobierno de Estados Unidos "hará lo que sea necesario durante el tiempo que sea necesario" para poner fin a la crisis.

Esfuerzo "implacable"

El presidente de EEUU dijo que podrían ser necesarios "muchos días" antes de que se detenga el vertido de crudo en el Golfo de México que amenaza con provocar el peor desastre ecológico de la historia del país.

Respondió también a los críticos que aducen que su Gobierno no ha actuado con la suficiente celeridad en el caso. "Nos preparamos y planeamos para lo peor desde el primer día aunque esperamos lo mejor", dijo Obama, quien señaló que no se dará por satisfecho hasta que logre contener el derrame.

Recordó, además, que se lanzó una investigación "inmediatamente" tras la explosión para aclarar lo sucedido, y se estableció un centro de mando conjunto de BP y el Gobierno cerca de la ciudad de Nueva Orleans para supervisar minuto a minuto la situación.

Añadió que su administración lleva a cabo un esfuerzo "implacable" para hacer frente al que caracterizó como un vertido "sin precedentes".

Lamentó, por lo demás, el que las condiciones meteorológicas no hayan "cooperado" en las labores que se llevan a para mitigar el coste de la mancha de crudo.