Washington / Oviedo

El presidente de EE UU, Barack Obama, ha accedido a desplegará otros 1.200 soldados en la frontera con México y solicitará una partida adicional de 500 millones de dólares para mejorar la seguridad en esa zona, según fuentes de la Casa Blanca. Obama cede así a las peticiones de legisladores demócratas y republicanos de Arizona, que han venido presionado a la Casa Blanca para que envíe tropas desde el asesinato el 27 de marzo del ranchero Rob Krentz, crimen que aún no ha sido esclarecido.

México reaccionó a la medida expresando su confianza en que el refuerzo militar sea sólo para combatir el crimen organizado y no para detener y perseguir a inmigrantes, en alusión a la reciente ley aprobada por Arizona que criminaliza la inmigración ilegal. Precisamente, ocho senadores de las principales fuerzas políticas de México se reunieron ayer con legisladores demócratas de EE UU y acordaron denunciar la «ley Arizona» ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos.