La Haya / París, Agencias

El nuevo Gobierno de Holanda prohibirá completamente el uso del «burka». El anuncio lo hizo ayer el líder del antimusulmán y xenófobo Partido para la Libertad (PVV), Geert Wilders, un día después de que su formación alcanzara un acuerdo para respaldar en el Parlamento al Gobierno de coalición formado por liberales (VVD) y democristianos (CDA).

Holanda ya prohibió en 2008 el uso del «burka» en los colegios y entre los funcionarios públicos, aduciendo que esa prenda impide la buena comunicación porque cubre por completo el rostro, pero el anuncio de una prohibición total de la prenda, hecho por un triunfante Wilders, es el primer fruto del acuerdo.

El nuevo Ejecutivo también planea que los «coffeeshops», establecimientos donde se pueden fumar drogas, se conviertan en selectos clubes en los que sólo podrán entrar ciudadanos holandeses mayores de edad en posesión de un carné de miembro. Además, según Wilders, el Gobierno endurecerá la política de inmigración con el objetivo de reducir «un 50 por ciento» la entrada de inmigrantes.

Entre tanto, en Francia, la Asamblea Nacional aprobó por escaso margen el artículo del proyecto de ley de inmigración que permite despojar de la ciudadanía francesa a los extranjeros naturalizados hace menos de diez años que sean condenadas por la muerte de gendarmes, policías o magistrados. El polémico artículo, impulsado por Nicolas Sarkozy en su discurso de julio en Grenoble, fue aprobado por 75 votos a favor y 57 en contra, en un hemiciclo semidesierto (la Cámara tiene 577 escaños).