Oviedo / Teherán,

L. MUÑIZ / Agencias

Irán no cumplió ayer su amenaza de cerrar el estrecho de Ormuz, aunque fuera a modo de simulacro y en el marco de unas maniobras navales. Se conformó con exhibir su poderío militar en el golfo Pérsico lanzando varios misiles, dos de ellos de largo alcance, en prueba de que la zona está bajo su control y de que puede responder a cualquier ataque, ya provenga de Israel o de las bases norteamericanas.

El mensaje iba dirigido a Estados Unidos, que había amenazado a Teherán con evitar, incluso por la fuerza -es decir, con los barcos de la V Flota, con base en Bahrein-, el bloqueo de esa importantísima vía de navegación. Por el estrecho de Ormuz circula entre un 30 y un 40 por ciento de la producción mundial de petróleo.

El primer perjudicado con el cierre del estrecho hubiera sido el propio régimen de los ayatolás, lo que no ha impedido que estos días se deshiciera en amenazas, que ha acompañado con la exhibición de fuerza realizada en los ejercicios navales «Velayat 90», que concluyeron ayer.

Y no sólo con las maniobras. El domingo, Teherán anunció que está probando en un reactor nuclear las primeras barras de combustible con uranio enriquecido de producción nacional, lo que significa que sigue ignorando los llamamientos de las potencias occidentales para que abandone su programa atómico, de cuya orientación exclusivamente civil ha empezado a dudar ya hasta la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA).

El Ejército iraní aseguró ayer que todavía no se ha ordenado el cierre del estrecho de Ormuz, pero advirtió de que Teherán está «preparado para varios escenarios» posibles, según dijo el jefe de la Armada, Habibolá Sayyari, en unas declaraciones a la televisión estatal recogidas por la agencia «Reuters». Y, para probarlo, la Armada iraní lanzó «con éxito» un misil «Nur» tierra-tierra y dos misiles tierra-mar de largo y corto alcance, en el marco de las maniobras «Velayat 90», según la agencia oficial «Irna». El misil «Nur» tiene, según esta fuente, sistemas antirradar y de seguimiento de objetivos muy mejorados respecto a su antecesor e impactó con éxito en los objetivos previstos, que quedaron destruidos.

Previamente, el portavoz de los ejercicios, el almirante Mahmud Musavi, había anunciado el lanzamiento de dos misiles tierra-mar, de largo y de corto alcance. El misil descrito como de largo alcance, el «Ghader», llega a unos 200 kilómetros, vuela a baja altura y es útil para los objetivos de zonas costeras, además de ser capaz, según la Armada iraní, de destruir un buque de guerra, informa «Efe».

«Este misil, que ha sido diseñado por especialistas iraníes, logró impactar en los objetivos previstos y destruirlos», afirmó Musavi. También tuvo éxito, según la misma fuente, el lanzamiento de un misil «Nasr» de corto alcance.