El presidente de Ecuador, Rafael Correa, dijo ayer en Murcia que su país tiene «los brazos abiertos» para recibir a sus compatriotas que han emigrado y que quieren regresar, en un acto que ha congregado a unos dos mil ecuatorianos. Correa añadió que los que quieran seguir en España tendrán «toda la solidaridad» de su Gobierno, que hará cuanto esté a su alcance. Sobre el problema del impago de hipotecas prometió ampliar el personal de las asesorías jurídicas para ayudar a las familias ecuatorianas afectadas.