Kiev, Agencias

Ucrania vivió ayer una jornada de conmoción que se inició con la difusión por la prensa de unas fotografías que revelan supuestos malos tratos a la ex primera ministra, Yulia Timoshenko, y continuó horas después con una cadena de atentados sin víctimas mortales en una localidad situada a 200 kilómetros de la que aloja la prisión donde se encuentra la líder opositora. Ucrania tiene una superficie de 600.000 kilómetros cuadrados, un 20% más que España.

La cadena de atentados constó de cuatro explosiones y se produjo en la localidad de Dniepropetrovsk, causando heridas a 29 personas, nueve de ellas menores de edad. Un total de ocho heridos se encuentran en cuidados especiales, entre ellos, un hombre que ha sufrido la amputación de una mano.

La prensa desencadenó el escándalo, que remata una semana con numerosas denuncias en torno a la salud de Timoshenko, al publicar unas fotos en las que se aprecian moratones y rasguños en el cuerpo de la líder opositora. Los daños habrían sido causados por funcionarios de la prisión, situada en la localidad de Jarkov, donde cumple siete años de condena por abuso de poder.

En las imágenes, tomadas el pasado miércoles, la ex primera ministra presenta varios moratones y rasguños a la altura del estómago, donde asegura que recibió un «fuerte puñetazo» cuando los funcionarios la obligaron a ser trasladada a una clínica para seguir tratamiento médico. También aparece en otras fotos con lesiones en un brazo y un codo, supuestamente infligidas hace una semana por tres hombres cuando se negó a salir de la cárcel para someterse a rehabilitación por la hernia discal que padece. En protesta por esos hechos y por la persecución a la que, según su opinión, somete a la oposición el presidente ucraniano, Victor Yanukovich, la ex primera ministra se ha declarado en huelga de hambre.

La Defensora del Pueblo ucraniana, Nina Karpachova, muy crítica con el trato dado por el Gobierno local a la carismática opositora, distribuyó las imágenes entre los embajadores de la UE. Los forenses mantienen, en cambio, que Timoshenko no pudo haber sufrido esas lesiones hace una semana y que las fotos no deben ser usadas como prueba judicial.

El presidente de Ucrania, Victor Yanukovich, aseguró el jueves que ha ordenado a la Fiscalía General que investigue el presunto maltrato a Timoshenko. La fiscalía de Jarkov declaró esta semana que no existe prueba alguna de que la ex primera ministra haya sido golpeada. «La persona se vistió, se acostó en la cama y dijo: "No voy a ninguna parte". Según el Código Penal, los miembros del servicio penitenciario tienen derecho a recurrir a la fuerza: la cogieron en brazos, la llevaron en coche y la condujeron al hospital», dijo Victor Pshonka, fiscal de Jarkov.

Karpachova, quien visitó esta semana a Timoshenko acompañada de especialistas, ha exigido a las autoridades que incoen un proceso penal por ese incidente y que despidan a los responsables. Un día después de que la UE exigiera a Kiev una investigación sobre el presunto maltrato, Alemania instó ayer a Ucrania a actuar con urgencia ante el delicado estado de salud de Timoshenko.

El jueves, el presidente de Alemania, Joachim Gauck, decidió suspender una visita a Yalta por el trato que recibe en prisión Timoshenko, decisión que fue tomada de acuerdo con la canciller federal, Angela Merkel.

Debido a sus problemas de espalda, la opositora no pudo asistir la pasada semana al comienzo del segundo juicio en su contra por malversación de fondos y evasión de impuestos, en el que se arriesga a una pena de doce años de cárcel.