El ministro de Economía, Luis de Guindos, descartó ayer planes B u otros escenarios distintos al de alcanzar un acuerdo con Grecia sobre la lista de reformas a cambio de ayuda financiera. "El escenario central en el que estamos trabajando y el único que consideramos en este momento es que efectivamente vamos a llegar a un acuerdo", dijo el ministro español en Riga, al término de la reunión informal de los ministros de Economía y Finanzas de la UE, el Ecofin.

Varios de ellos y el comisario europeo de Asuntos Económicos y Financieros, Pierre Moscovici, negaron que en el Eurogrupo del viernes se hablara de un "plan B" para Grecia o que haya una alternativa, pese a que Eslovenia confirmó que evocó esa cuestión.

"Mi intervención era sobre qué haremos si no se consigue el nuevo programa a tiempo para que Grecia pueda financiarse o mejorar su liquidez. Eso fue todo. Y un plan B puede ser cualquier cosa", dijo ayer el titular esloveno, Mramor Dusan.

"Se van a acelerar las negociaciones. Se va a poner sobre la mesa toda la información y vamos a llegar a una lista lo suficientemente completa como para dar cumplimento a la hoja de ruta acordada a finales de febrero" para cerrar la quinta y última revisión del segundo rescate a Grecia, dijo De Guindos. El plazo para hacerlo acaba el próximo jueves.

A su juicio, en el Eurogrupo del viernes, que constató que no hay "ningún tipo de avance ni ningún tipo de progreso", se dio un "toque de atención importante" a Grecia. "Las cosas no pueden continuar como se están desarrollando, generando cada vez más frustración", resumió De Guindos el tenor de la reunión.

"Espero que (el ministro griego de Finanzas, Yanis Varufakis) haya tomado nota, porque más claro no se lo podíamos decir", recalcó De Guindos, quien reconoció que la división de trabajo entre los contactos técnicos en Atenas y los políticos en Bruselas "no está dando resultados".

Varufakis explicó el viernes que la "situación de liquidez no es boyante y que empiezan a tener dificultades", y ayer los gobernadores y los alcaldes griegos accedieron a prestar efectivo al Gobierno, después de que el primer ministro, Alexis Tsipras, asegurara que esta medida de emergencia es temporal. El Parlamento heleno votó a última hora del viernes un decreto para forzar a las administraciones locales a ayudar a la del Estado, pese a las protestas de muchos municipios. Tsipras pretende contar así con 3.000 millones extra para hacer frente a los pagos de deuda, salarios y pensiones de mayo.