Cerca de medio millón de personas se manifestaron ayer en Francia contra la reforma laboral del Ejecutivo socialista de François Hollande, de ellos unas 100.000 en la capital, según los organizadores.

El sindicato estudiantil UNEF cifró en 500.000 el número de franceses que tomaron las calles contra el proyecto de ley, mientras que Fuerza Obrera (FO), otro de los siete sindicatos convocantes, lo situó en 400.000.

El Ministerio del Interior no había facilitado anoche su cálculo global, pero la Prefectura de Policía de París afirmó que en la capital hubo entre 27.000 y 29.000 manifestantes, cifra sensiblemente menor que la aportada por los sindicatos.

"Le corresponde ahora al Gobierno tomar conciencia del rechazo a su proyecto y extraer las consecuencias", dijo FO en una nota en la que calificó de éxito el respaldo ciudadano y aseguró que prevé mantener la presión contra el texto.

La de ayer fue la primera de las tres grandes manifestaciones convocadas este mes contra la reforma, que será presentada en Consejo de Ministros el próximo día 24 y votada en la Asamblea Nacional y el Senado en abril y mayo. El plan rebaja los topes en la indemnización por despido improcedente y clarifica las reglas del despido por causas económicas, lo que, para sus detractores, amplía y facilita las posibilidades de las empresas de desembarazarse de empleados.