Naciones Unidas advirtió ayer del "riesgo extremo" de que los yihadistas del Estado Islámico (EI) usen a parte de los 50.000 habitantes que han quedado atrapados en la localidad iraquí de Faluya como escudos humanos frente a la ofensiva desencadenada por tropas iraquíes con apoyo de la aviación de EE UU y de milicias chiíes.

La representante especial adjunta de la ONU en Irak, Lise Grande, aseguró tener informaciones "muy creíbles" de que el EI está concentrando a familias en el centro de la ciudad, lo que sugiere que los terroristas pueden querer usarlos como escudos humanos, aunque la ONU no tiene personal para verificarlo.

Las agencias humanitarias internacionales no han podido acceder a la ciudad desde que en 2014 cayó en manos del EI y, según explicó Grande, la población sufre una privación de alimentos "masiva".

En el plano bélico, fuentes oficiales iraquíes aseguraron que siguen avanzando hacia el centro de la ciudad en el segundo día de su ofensiva para recuperar su control, aunque los yihadistas están ofreciendo resistencia. En concreto, algunas fuentes admitieron que los combatientes del EI lograron ayer frenar el asalto iraquí con un contraataque en la entrada sur de la ciudad.

Más al norte, los "peshmerga" -fuerzas de seguridad del autónomo Kurdistán iraquí- proclamaron la liberación de cinco localidades ubicadas en los alrededores de Mosul, tras el inicio de una ofensiva contra el EI, que controla la segunda ciudad iraquí desde la primavera de 2014. Unos 5.000 peshmerga participan en la ofensiva, que supone un prólogo del asalto a Mosul, de la que los atacantes se hallan a unos 12 kilómetros.