La Policía Federal de Brasil detuvo ayer a diez personas durante una operación antiterrorista por su implicación en un supuesto entramado que pretendía atentar durante los Juegos Olímpicos, que empiezan el próximo 5 de agosto en Río de Janeiro.

Alexandre de Moraes, ministro de Justicia de Brasil, aclaró que, aunque era "una célula absolutamente aficionada" y "desorganizada", algunos de los detenidos llegaron a tener al menos un contacto con el Estado Islámico a través de las redes. "Ninguna fuerza de seguridad seria puede ignorar ese asunto", abundó el Ministro, que desveló que el operativo de vigilancia comenzó en abril.

"Se trata de una supuesta célula terrorista que pasó de mensajes sospechosos por internet a actos preparatorios" de un probable atentado. Los detenidos "no tenían contacto personal" y empleaban aplicaciones de mensajería para comunicarse. Además iban a iniciar "entrenamientos en artes marciales y tiro". "Algunos tuvieron al menos un contacto con el Estado Islámico para una especie de bautismo, para un juramento" de lealtad, indicó. Asimismo, en sus mensajes exaltaban las actividades terroristas, intercambiaban vídeos sobre ejecuciones y llegaron a celebrar recientes atentados en Orlando (Estados Unidos) y Niza (Francia), dijo De Moraes.

Las autoridades brasileñas, en cooperación con agencias de inteligencia de otros países, descubrieron que el grupo negociaba la compra de un fusil AK-47 con vendedores de armas clandestinos de Paraguay. Sin embargo, De Moraes aclaró que "no hay confirmación de que lo hayan logrado" y sostuvo que eso no reduce el potencial de riesgo que entrañaban sus actividades en el marco de la cita deportiva mundial más importante del año.

También admitió que ese intento de comprar armas a través de las redes sociales revela el carácter "amateur" del grupo. "Cualquier célula terrorista organizada no compraría armas por internet". Las identidades no han trascendido y la operación continúa abierta.

Entre tanto, Estados Unidos alertó de la "inminente amenaza de un ataque potencial" contra ciudadanos estadounidenses en Yeda, la segunda ciudad más importante de Arabia Saudí.

Restaurantes, mercados y centros comerciales podrían ser atacados, según el Departamento de Estado, que pidió a los ciudadanos de EE UU que se encuentran en la ciudad que extremen las precauciones y solicitó que no se viaje al país de no ser estrictamente necesario. "El Departamento de Estado urge a los ciudadanos estadounidenses a considerar cuidadosamente los riesgos de viajar a Arabia Saudí y evitar los viajes no esenciales a ese país", dice el comunicado. La alerta se produce dos semanas después de un atentado suicida en las inmediaciones del consulado estadounidense en la ciudad, en el que no hubo víctimas mortales.

Por otro lado, en Francia, el fiscal de la República, François Molins, informó de que el autor de la masacre terrorista de Niza, Mohamed Lahouaiej Bouhlel, planificó su acción "varios meses antes de pasar a la acción" y contó con la cooperación de varios cómplices, entre ellos las cinco personas que siguen detenidas.