Aviones de guerra no identificados atacaron ayer por primera vez la ciudad siria de Alepo desde que entró en vigor, el pasado lunes, la tregua pactada por Estados Unidos y Rusia, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

El bombardeo sobre Alepo hace tambalear todavía más el alto el fuego acordado, después de que Estados Unidos matara el sábado al menos a 90 soldados sirios en un ataque a posiciones del Estado Islámico (EI) que Moscú duda que fuera un error y el régimen de Damasco, su aliado, considera directamente un sabotaje de la tregua.

Pese a las disculpas ofrecidas por el presidente norteamericano, Barack Obama, el Kremlin advirtió que el ataque del sábado en Deir al Zor -donde el EI aseguró ayer haber derribado un caza del Ejército sirio- amenaza el acuerdo entre ambas potencias para mantener siete días de alto el fuego -que iba a prorrogarse durante 72 horas más- después de los cuales los aviones de guerra de Washington y de Moscú atacarían juntos al EI.

Para colmo, la entrada de ayuda humanitaria de la ONU en las áreas sitiadas, caso, precisamente, de Alepo -uno de los motivos de discrepancia entre EE UU y Rusia-, sigue bloquedada.