A las 19.20 horas, con puntualidad británica, según lo previsto, y con un pasaje tranquilo. Así tocó ayer el asfalto del aeropuerto de Asturias el avión de Vueling procedente de Londres. Sus ocupantes fueron saliendo de las instalaciones de Santiago del Monte con cuentagotas y calma, la misma que, aseguran, imperaba en el aeródromo de Gatwick pese al atentado del pasado lunes en Manchester.

"Todo normal y sin cambios". Así definió el ovetense Roberto Álvarez su paso por los arcos de seguridad de Gatwick. "Viajo en avión con frecuencia y todo ha ido como siempre. Al igual que en Londres, donde no se percibe nada raro", abundó el asturiano, que lleva dos años residiendo en la capital británica.

La calma vivida por los viajeros provenientes de Londres contrastaba ayer con la de sus familiares, que confesaban sentir "nervios" tras los dos ataques terroristas en dos meses vividos en suelo británico. "Aunque sea en Manchester, estamos preocupados. No sabes qué hacer", aseguró Mari Luz Méndez. "Está todo normal y como siempre. No se percibe psicosis ni nada por el estilo. No hay preocupación", desdramatizó su nieta, Sara Méndez, quien hace cinco meses hizo las maletas rumbo a la ciudad del Big Ben.

La tranquilidad de Méndez contrasta con la visión de Olimpia Suárez, ovetense que lleva 23 años residiendo en Londres. "Ahora se percibe un miedo en la población que nunca antes se había visto. La gente tiene miedo de ir a sitios donde hay grandes congregaciones de gente", afirmó la asturiana mientras aguardaba la llegada de su marido. "Hasta tengo una amiga que le dice a sus hijos que vayan por la acera mirando de frente a los coches, por si alguno hace algo raro", ahondó.