Kenia regresa paulatinamente a la calma tras los enfrentamientos producidos a raíz de las pasadas elecciones. Los kenianos ignoraron ayer el llamamiento del líder de la oposición, Raila Odinga, a no trabajar en protesta por los fallecidos en los disturbios. "Tengo que alimentar a mi familia", declaró un carnicero de los suburbios de Nairobi tras varios días de total parálisis económica. Odinga anunciará hoy su "próximo movimiento" contra el "fraude" de las elecciones. El presidente Uhuru Kenyatta, por su parte, instó a los opositores a resolver sus quejas por el "cauce constitucional".