El Consejo de Ministros de la UE rechazó ayer una sugerencia formulada horas antes por el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, para que los países miembros trasladen sus embajadas a Jerusalén y, así, la reconozca como capital de Israel, al igual que hizo la pasada semana el presidente de EE UU, Donald Trump. El rechazo llegó en una jornada en la que, desde Irán y varios países árabes, se lanzaron advertencias de que la decisión traerá violencia y en la que se registraron decenas de heridos en choques en Cisjordania y Gaza.

Netanyahu se desplazó a Bruselas para girar la primera visita en 22 años de un primer ministro israelí y fue recibido, en un desayuno informal de dos horas, por los ministros de Exteriores comunitarios, encabezados por la Alta Representante, Federica Mogherini.

El líder israelí fue tajante ante la prensa a su llegada: "Creo que todos o la mayoría de los países europeos trasladarán sus embajadas a Jerusalén, reconocerán que es la capital de Israel y se implicarán de modo claro con nosotros en seguridad, prosperidad y paz", dijo. El "premier" reconoció, no obstante, que todavía "no hay un acuerdo".

Mogherini también fue tajante, tras la reunión, al relatar cómo los 28 explicaron a Netanyahu que "la única solución realista y viable" es la de dos Estados, Israel y Palestina, con Jerusalén como capital de ambos, según las fronteras delineadas en el año 1967. "Sé que Netanyahu espera que otros sigan la decisión de Trump. Puede reservar sus aspiraciones para otros, porque del lado de la UE y sus Estados miembros, esta decisión no llegará", zanjó Mogherini.