La guerra en Siria ha causado más de 350.000 muertos en siete años, afirmó ayer el respetado Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). En total "353.935 personas murieron desde el 15 de marzo de 2011", indicó la organización. Entre las víctimas figuran 106.390 civiles, de los cuales 19.811 son menores y 12.513 mujeres. También se cuentan 63.820 soldados del régimen y 58.130 miembros de milicias prorrégimen, entre ellos 1.630 del Hezbolá chií libanés y 7.686 de otros grupos chiíes extranjeros. Los yihadistas muertos son 63.360, incluidos los miembros del Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés). Por último, 62.039 fallecidos son combatientes de otras fuerzas: grupos rebeldes, milicias kurdas y desertores del Ejército.