Los disidentes de la guerrilla colombiana FARC que se han apartado del proceso de paz suman ya 1.200 combatientes, que se financian con el narcotráfico y buscan alianzas con otros grupos armados como el ELN, que, a su vez, mantiene conversaciones de paz con el Gobierno. Las FARC tenían unos 7.000 efectivos al firmar la paz el año pasado.