Oviedo, M. J. IGLESIAS

Entre todos los grandes «lecheros» de España, Tomás Pascual Gómez-Cuétara siempre ha encarnado la discreción y el trabajo constante, inculcado a lo largo de los años por su padre, el desaparecido fundador del Grupo Pascual, Tomás Pascual Sanz.

Tomás Pascual Gómez-Cuétara une en su apellido la leche y las galletas, dos alimentos básicos en la dieta de los españoles, que sus antepasados han sabido vender como nadie. Desde esta semana, el presidente y consejero delegado del Grupo Leche Pascual es también el máximo responsable de la Federación Nacional de Industrias Lácteas (Fenil), la gran patronal en la que tienen voz y voto las empresas lecheras españolas.

Pascual sustituye en el cargo a Nicolás López, responsable para España y el sur de Europa del grupo Bongrain, que asumió la presidencia de Fenil durante un año. En virtud del cambio de estatutos promovido al año pasado, al nuevo presidente le corresponden dos años de mandato.

El joven empresario -nació en Santander hace 44 años- atesora un profundo conocimiento del sector lácteo y una consolidada carrera como gestor de una compañía láctea, lo que contribuirá a que la Federación afronte los nuevos retos de profesionalización y competitividad que debe emprender el sector en los próximos años.

Pascual Gómez-Cuétara es ingeniero industrial por la Universidad Politécnica de Madrid y «master of business administration» por el Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT). El nuevo presidente comenzó su trayectoria profesional en los Estados Unidos y, al volver a España, comenzó a estudiar las características del Grupo Leche Pascual pasando, entre 1991 y 1996, por diferentes áreas de la empresa, como los departamentos de compras, fabricación, investigación y desarrollo, calidad y comercial.

En el año 1996 fue nombrado consejero delegado de la compañía y asumió la dirección estratégica del grupo. En estos años ha quedado patente su apuesta por la innovación.