Investigadora del CIFA (Centro de Investigación y Formación Agrarias, Cantabria)

Oviedo, M. J. IGLESIAS

Ana Villar Bonet, valenciana de nacimiento, criada en Santander, es licenciada en Biológicas por la Universidad de Oviedo, doctora en Veterinaria por la Universidad de León e investigadora del área de calidad de los alimentos de origen animal del Centro de Investigación y Formación Agrarias (CIFA) de Cantabria. Villar, experta en la producción de leche ecológica, prepara un nuevo proyecto sobre ganadería ecológica de leche, coordinado por la Facultad de Veterinaria de Lugo, sobre la situación nutricional del ganado vacuno lechero en producción ecológica del norte de España y su comparación con sistemas convencionales. En el proyecto se incluyen ganaderías asturianas y del resto de la Cornisa. La pasada semana visitó las instalaciones de Casería La Madera, en Siero, y concedió una entrevista a LA NUEVA ESPAÑA.

-Asturias tiene todas las condiciones para producir leche ecológica, pero la actividad no termina de consolidarse...

-En Asturias hay nueve ganaderías, de ellas seis se encuentran en proceso de conversión. Hemos estado cinco años realizando un proyecto que deja claro que el sector tiene oportunidades. En el 2006 se puso en marcha en el CIFA un estudio sobre la producción ecológica en vacuno de leche con un doble objetivo: por una parte conocer el manejo y la dinámica de las infecciones mamarias en los rebaños de producción ecológica donde el tratamiento sanitario es muy diferente del convencional, y por otra parte comparar la calidad de la leche producida en este tipo de explotaciones respecto a las convencionales.

-¿En el resto de la Cornisa la tendencia es la misma que en Asturias?

-En Cantabria hay 7 explotaciones y en Galicia, 36. Allí el efecto «Lactalis» es muy importante. La empresa francesa, que tiene fábrica en Galicia y recoge en toda la Cornisa, anima a los ganaderos a convertirse en ecológicos. Ellos se comprometen a mantener la producción cinco años. Esa leche es un 30% más cara, pero también los piensos cuestan más.

-¿Qué conclusiones han extraído del estudio?

-Una de ellas es que Asturias tiene facilidades especiales para este tipo de producción, tanto por clima como por la existencia de prados y pastizales naturales que en el Principado son el 37% de la superficie agraria. En Cantabria llegan al 44%, mientras que en Galicia suman el 15,6% y en el País Vasco el 17% por el mayor peso que ha tenido el desarrollo del sector forestal.

-Existen condiciones, la leche se paga más cara y, aún así, los ganaderos no se animan. ¿Es problema de mentalidad?

-Es uno de los problemas. A los ganaderos se les ha animado durante años a intensificar la producción con animales y explotaciones superrentables. Ahora las vacas ni pastan. Otra dificultad añadida es la situación de las parcelas. Si las fincas están dispersas, las vacas no pueden ordeñarse con facilidad. Además, el ganadero no cree mucho en lo ecológico. En este tipo de producción, la cantidad es lo de menos. Supone un choque para ganaderos acostumbrados a vacas que dan 12.000 litros de leche al año. De repente tienen que bajar la producción a la mitad.

-¿Faltan especialistas, por ejemplo veterinarios homeópatas que enseñen a los profesionales a tratar de forma diferente al ganado?

-La homeopatía es una de las fórmulas que acepta la producción ecológica. Los ganaderos se encuentran muy solos y eso les desmotiva. Cambiar ese chip es difícil.

-¿Los españoles aprecian la leche ecológica?

-La demanda aún es pequeña. Hay mucha confusión con lo ecológico, la gente no sabe lo que es, pero lo asocia a algo natural. La parte sanitaria está basada en un bienestar que favorezca el aumento de las defensas de las reses, con un régimen de vida en libertad, en el que no se vean obligadas a comer constantemente, como ocurre con las vacas estabuladas.

-¿En definitiva, un momento de crisis como el actual, la leche ecológica puede ser la panacea para el sector?

-No es la solución a la crisis de la ganadería de vacuno, pues siempre va a ser una actividad minoritaria. En cambio, sí es una oportunidad de viabilidad para ganaderos que huyen de sistemas de crecimiento orientados a la alta producción o están en áreas desfavorecidas. Merece la pena optar por una producción más natural.

-¿Las ayudas de la Unión Europea ejercen un efecto reclamo?

-Está claro que las ayudas europeas van cada vez más orientadas al cuidado y mantenimiento del medio ambiente.

«La demanda de leche ecológica aún es baja, hay confusión, se asocia a algo natural pero no se sabe lo que es»