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Sariego se come la crisis láctea

Yaiza Rimada recibe un premio nacional por "captar el valor añadido" de la leche y salvar su granja, cuya rentabilidad iba en descenso, produciendo quesos y yogures

Yaiza Rimada, ayer en su explotación de Sariego, con algunos de los productos que elabora. MANUEL NOVAL MORO

De la mano de la innovación y el emprendimiento, el campo asturiano tiene futuro. El mejor ejemplo se encuentra en Sariego, donde la joven Yaiza Rimada, finalista del premio nacional "Joven Agricultor Innovador", transforma con éxito la leche de su ganadería en quesos y yogures. Ahora, en plena crisis láctea, su granja se lanzará a elaborar nuevos productos, como la manteca "de toda la vida". La organización Asaja y el Ministerio de Agricultura reconocieron anteayer en Madrid su capacidad para "emprender nuevas actividades en el sector agroalimentario" y además "hacerlo de manera sostenible". La ministra Isabel García Tejerina abogó durante el acto por "captar el valor añadido de la leche", como hace la asturiana, y "asegurar la rentabilidad de las explotaciones".

Yaiza Rimada, de 36 años, vio esa rentabilidad mucho antes del fin de las cuotas lácteas: en 2009. "En aquel momento ya estaban empezando a bajar los precios y nuestra ganadería iba mal. Fue entonces cuando todos los de casa decidimos apostar por la transformación", explica. Fue la mejor decisión que pudieron tomar en vistas al negro presente: "Menos mal que dimos ese paso, de lo contrario ya hubiésemos acabado con todo". Rimada opina que el sector lácteo "está en la ruina" y la única alternativa es "aprovechar los recursos que tenemos para producir algo diferente". "Yo ya veía que el campo iba a estar fastidiado, pero la verdad es que no me imaginaba que la cosa se iba a poner tan fea", comenta. Mañana se cumple precisamente un año sin cuotas y en consecuencia, un año de turbulencia.

Bajo la marca "La Saregana", Rimada hace a la semana 2.600 yogures naturales y con sabores, y entre 50 y 75 kilos de quesos. Aprovechando la maquinaria, la joven empezará a elaborar "dentro de nada" manteca y yogures desnatados. El objetivo es transformar el cien por cien de la leche que producen las 37 vacas en ordeño que tiene en su finca de Miyares (Sariego). Hoy en día el excedente lo venden a una industria, pero Rimada es consciente de que "no es rentable". "Están pagando por el litro menos de lo que cuesta producirlo. Así es imposible. Por eso es necesario diversificar. Nosotros nos ahorramos los intermediarios; empezamos cuidando a la vaca y acabamos poniendo el yogur en la tienda", asegura.

Yaiza Rimada, que cuenta con la ayuda de su padre Octavio y del resto de la familia en momentos puntuales, apuesta por la venta directa. Sus productos no se encuentran en grandes almacenes, sino en ferias y pequeños establecimientos. Para llegar hasta aquí, la saregana ha tenido que hacer grandes esfuerzos: desde cambiar la raza de las vacas hasta modificar su alimentación. "Tuvimos que sustituir las frisonas por las jersey, que producen menos leche pero de mayor calidad", señala. Con respecto a la dieta, "eliminamos los silos de hierba y maíz para evitar los malos olores" e incluimos y los complementos de cereal. Esos son sus secretos para mantenerse a flote en medio del temporal.

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