Hace años que venimos leyendo y escuchando quejas de diferentes sectores (pescadores, ganaderos, cazadores, ...) que se quejan de daños de fauna silvestre que les perjudica en sus intereses económicos. Los ganaderos (o supuestos ganaderos) tienen el punto de mira puesto en el lobo; otras gentes tienen el punto de mira en jabalíes; los pescadores tienen el punto de mira en el cormorán, e incluso hay quien se atreve a apuntar también contra nutrias, garzas, martín pescador, y todo cuanto coma peces.
Uno de los puntos en común de las protestas es la falta de argumentos objetivos. En el caso del cormorán concretamente se dice que acaban con los salmones y las truchas, que con cormoranes se acaba la pesca, son alóctonos, son de mar pero están invadiendo los ríos, "aniquilan el salmón", impiden el éxito de las campañas de repoblación. En 2011 el Principado consintió la matanza de 240 cormoranes, sucumbiendo a la presión; sin embargo en 2013 salía en prensa la exigencia de pescadores de tomar medidas contra nutrias, garzas y cormoranes. O sea contra todo lo que tenga la mala costumbre de comer peces, porque por lo visto esos peces son solo para recreo de pescadores.
El caso es que los estudios científicos demuestran cosas que van en sentido contrario de las afirmaciones de toda esta gente.
1) Los estudios genéticos con salmones muestran que la proporción de adultos que provienen de las repoblaciones es mínima. Es decir, las repoblaciones que se han hecho no han servido para mejorar los números de individuos de las especies.
2) Los censos oficiales publicados por la Sociedad Española de Ornitología (SEO), la Cordinadora Ornitolóxica d´Asturies (COA) y el propio Principado de Asturias, muestras que desde hace más de 10 años la población de cormorán grande en Asturias está en lenta disminución. Tuvo sus máximos justo con el cambio de siglo, pero desde 2003 el número de invernantes (en Asturias no cría) ha disminuido alrededor del treinta por ciento (de 1880 que fue el máximo en 2003 a aproximadamente 1300 en 2015 y 2016).
3) Los censos indican que las mayores concentraciones se dan en Extremadura y los primeros casos de cría se dieron no hace mucho en Toledo y Madrid. O sea, que viven sobre todo en ríos y embalses.
4) El declive de las poblaciones de Salmón atlántico está sucediendo en todas las poblaciones, no solo en las de Asturias. Y las causas parecen tener más que ver con problemas en el mar, por sobrepesca, calentamiento del agua, contaminación y pérdida de hábitat tanto en mar como en ríos. En un estudio publicado por la Universidad de Cantabria en 2010 dice textualmente: "Estas tendencias no pueden combatirse a escala local y podrían hacer inútiles los costosos esfuerzos que se están realizando para garantizar la conservación de la especie en el Norte de España."
Además, la contaminación y la desnaturalización de los ríos, las presas, la falta de depuración de vertidos, y la presión pesquera de miles de licencias no ayudan en nada.
Por tanto, por mucho que digan los pescadores, mientras lo que digan siga siendo consecuencia de conversaciones de chigre o fruto de la impotencia de no poder seguir con su afición, no tienen razón. Lo pueden decir muchas veces; pueden presionar al gobierno, pueden colgar cormoranes en los observatorios.... pero no tienen razón. Y el gobierno del Principado (o de otros sitios) debe actuar conforme a la ley y al conocimiento científico, no ante presiones de grupos con intereses egoístas y contrarios al interés general. Para tomar medidas tan drásticas como las adoptadas, primero debería haber una evidencia científica, pero no se hacen estudios en Asturias porque claramente la evidencia dice lo contrario y no interesa hacer caso a la ciencia sino contentar votantes.
