Vuelven las carroñas al monte. El Principado ha declarado zonas de protección para la alimentación de especies necrófagas, como el buitre, a todos los concejos, a excepción de Avilés, Carreño, Castrillón, Corvera, Gijón, Gozón, Illas, Llanera, Muros de Nalón, Pravia y Soto del Barco, por estar incluidos dentro de la zona de influencia del aeropuerto. El objetivo es proteger a la especies carroñeras, que "juegan un papel fundamental en los ecosistemas interviniendo en procesos clave como el reciclado de nutrientes o el control de la expansión de enfermedades". Desde las crisis de las vacas locas, en Asturias estaba prohibido dejar animales muertos en el campo.

El depósito de carroña, no obstante, tendrá que cumplir una serie de requisitos, entre ellos encontrarse en un lugar seguro que no suponga un riesgo para la salud y seguridad de las personas. La distancia de la explotaciones deberá ser de 200 metros.