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Me quedo en el pueblo | Meróu

Apicultora y agricultora en Boal

María Jesús González García continúa al frente de la huerta familiar y hace 30 años incorporó a su trabajo la producción y venta de miel

María Jesús González García, con algunos de sus productos, en la tienda que tiene en su casa en Meróu, Boal. ANA PAZ PAREDES

María Jesús González García lleva toda su vida en el pueblo de Meróu, en Boal, donde se encuentra a su vez su lugar de trabajo. Desde muy joven optó por ser la continuadora de un negocio familiar, pues se negaba a que se le echase el cierre. "Esto lo empezaron mis abuelos y luego continuó mi madre. Cuando ésta se retiró se pensó en dejarlo, pero a mí me daba pena que todo esto acabase, había mucho trabajo aquí y además mucha clientela, por lo que yo decidí seguir adelante", recuerda esta mujer, quien, además de ponerse al frente de la producción agraria familiar, también se sumó al "boom" de la miel hace ya más de treinta años en Boal.

Mujer trabajadora y con muchas inquietudes, siempre se sintió a gusto en Meróu, aunque también matiza que todo tiene dos vertientes. "Es cierto que Meróu es pequeño y está un tanto alejado del centro, pero yo nunca me sentí aislada aquí, para nada, tengo una buena conexión a internet y desarrollo mi trabajo tanto en redes como a diario atendiendo a mi clientela o yendo a mercados. Yo recomiendo vivir en el pueblo a las familias con niños porque sin duda yo, que tengo dos hijos, creo que se crían mucho mejor, más libres, más sanos que en la ciudad. Como contrapartida tienes que no hay apenas vida social. Alguna vez voy a Boal, pero en otras ocasiones, si quieres salir un poco más, vamos a Ribadeo, donde hay más ambiente", afirma.

En cuanto a su miel, que firma con el nombre de Asturboal y por la que ha recibido ya numerosos premios en diferentes mercados y certámenes en los últimos años, afirma: "Aquí mi trabajo como apicultora es todo artesanal. Tengo algo más de mil colmenas. Lo más duro es la extracción de la miel porque pesa, pero por lo demás es un trabajo muy llevadero. Lo tengo como complemento a todo lo demás, pues también me ocupo del cultivo y venta de nuestros productos de la huerta, ahora tenemos unos tomates, cebollas y unos pimientos estupendos. También me dedico a hacer todo tipo de trabajos con miel para bodas, comuniones y bautizos, jabones, mermeladas, trabajos en cera; en fin, cuanto viene del trabajo apícola", dice.

Cuenta con una preciosa tienda en los bajos de su casa donde sorprende tanto lo que elabora para regalo como los premios que ha recibido o los recuerdos que tiene de la vida en el campo. "Me siento bien en Meróu con lo que hago, y espero seguir muchos años más", señala.

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