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Me quedo en el pueblo | Infiesta

Una veterinaria en continuo movimiento

María Baños, que se trasladó a vivir a una zona rural en Castrillón, se dedica a la atención a domicilio de todo tipo de animales de compañía

Una veterinaria en continuo movimiento

Hay dos cosas que siempre le gustaron a la joven María Baños Cárdenas: los animales y la zona rural de Asturias. Hace pocos días se ha instalado junto a su pareja en una casa en el pueblo de Infiesta, en Castrillón, habiendo residido hasta hace poco en Salinas. "Desde niña tuve pasión por los animales. Estudié la carrera en León y tras un año de Erasmus en Pisa hice un máster en Madrid en medicina de urgencias de animales de compañía y luego trabajé un tiempo en una clínica en Piedras Blancas y también con una protectora de animales", afirma esta veterinaria, que optó hace unos años por ofertar sus propios servicios de atención a domicilio a todo tipo de animales de compañía y en toda Asturias.

"He vivido siempre en Salinas, pero mi idea siempre fue hacerlo en una casa de pueblo en la zona rural, cosa que finalmente conseguí. Allí nos trasladamos mi pareja, yo, nuestros perros y el gato. Se nota que nos gustan los animales, ¿verdad? Necesitábamos una casa con prao, con jardín, y por fin dimos con una estupenda. Estamos encantados", dice.

Desde allí se traslada hasta donde la llaman en su centro veterinario móvil, en el que cuenta, entre otros servicios, con el de urgencias 24 horas, empresa que abrió en abril de 2014 con el nombre de Veterymóvil.

"Soy una emprendedora rural que tiene la fortuna de trabajar en lo que le gusta. Cuando trabajaba en la clínica me di cuenta de las situaciones de miedo y nerviosismo que pasan muchos animales cuando van a consulta y pensé que era mucho mejor atenderlos en su casa, en su ambiente, donde se sienten más seguros. En la furgoneta llevo microchips, hago todo tipo de analíticas, pongo suero en casa, ateniendo todo tipo de urgencias, trato síntomas y hago pequeñas cirugías. Es un centro veterinario móvil con todo lo que conlleva. Pronto instalaré también un ecógrafo y rayos X. Atiendo todo tipo de animales de compañía, perros, gatos, hurones, conejos, hámsters, cerdos vietnamitas, etcétera. Atiendo 24 horas y voy donde me llamen, aunque me suelo mover más por el centro de la región", afirma María, que anima a la gente a regresar al campo a vivir. "Yo soy veterinaria y encontré una forma de combinar mi trabajo con el lugar donde quiero vivir. Si no se puede trabajar y vivir del campo, otra opción es vivir en un pueblo aunque luego trabajes fuera, al menos así se evita la despoblación y, sin duda, en el campo se está mucho más tranquila", destaca.

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