Si en 2013 Mercedes daba un giro radical a su Clase A convirtiendo su pequeño monovolumen en un deportivo compacto, una opción más juvenil y deportiva que atrajo a un público completamente nuevo, hace unos días le daba una nueva vuelta de tuerca a la línea marcada con la presentación de la cuarta generación del Clase A.

Aunque mantiene parte de su diseño exterior, entre otras novedades presenta nuevos grupos ópticos tanto delante como detrás, un capó más bajo, elementos cromados y una nueva calandra ensanchada. Además, la mayor distancia entre ejes y una línea de carácter en los laterales aumentan visualmente la longitud del vehículo. Los pasos de rueda son más amplios para acoger llantas de entre 17 y 19 pulgadas, que acentúan aún más la deportividad del nuevo modelo.

Pero la mayor revolución llega en el interior, con un habitáculo moderno, donde ya se aprecia toda la tecnología con la que viene dotado el nuevo Clase A. Para empezar el cuadro de instrumentos se compone de dos pantallas configurables que se funden bajo un mismo cristal. Éstas van desde las 7", de las versiones más básicas, hasta las 10" de los modelos tope de gama. También destaca el nuevo sistema multimedia MBUX, un servicio tipo Siri propio de Daimler que incluye funciones basadas en la comunicación car-to-car y car-to-X (infraestructura).

La oferta mecánica está compuesta por dos motores gasolina (1.4 y 160 c.v. y un 2.0 de 224 c.v.) y un 1.5 diésel de 116 CV. Todos ellos combinados con el cambio de doble embrague 7G-DCT.

En España el Clase A tendrá como primer nivel el Línea Progressive, y además los coches del mercado español contarán absolutamente todos con llantas 17 pulgadas, touch pad, faros LED High Performance, cámara de marcha atrás, climatizador Thermotronic y suspensión de confort rebajada.