La Nueva (Langreo),

E. PELÁEZ

El futuro ecomuseo de Samuño ya recibe visitas. El espacio en el que se construye el tren minero que permitirá recorrer los vestigios industriales del valle langreano acogió ayer la primera excursión guiada con motivo de las jornadas internacionales de patrimonio industrial de Langreo. Entre los visitantes, expertos en patrimonio de España y Alemania. A partir de ahora, según anunció la alcaldesa de Langreo, Esther Díaz, se podrán concertar visitas a través del Museo de la Siderurgia (MUSI) para conocer el proyecto y observar los trabajos en la extensa área que quedará integrada en el ecomuseo.

Los representantes de instituciones y organizaciones de regiones mineras vinculadas al turismo que participaron en la visita consideran que el proyecto atraerá turistas. Así lo señala el ingeniero industrial alemán Norbert Tempel, jefe del departamento de conservación del Museo de Cultura Industrial de Westfalia, que afirma que el ecomuseo tiene la posibilidad de «unir la parte industrial con la natural». «Hay que vender paisaje, geología e industria», señaló. Tempel hizo hincapié tras la visita en que «no esperaba encontrar en un valle tan pequeño unas instalaciones tan relativamente grandes, es grandioso». El ingeniero germano apunta asimismo que la asociación de museos que funciona en la cuenca del Ruhr podría ser exportable al valle del Nalón.

Para Maite Ceballos y Mikel Pérez, de la asociación de desarrollo rural Enkarterrialde (que actúa en 19 municipios de Vizcaya), el ecomuseo de Samuño es «un proyecto muy ambicioso». «Nosotros estamos desarrollando sendas verdes que siguen el trazado del ferrocarril pero para hacer esto se necesita tener un presupuesto importante», aseguraban. Ceballos y Pérez califican de «interesante» la iniciativa y se declaran sorprendidos con los castilletes que en su comarca, también minera, no existen. Mientras, el mierense José Luis Soto destacaba el empeño de Langreo de «poner en valor lo que tenemos». Mientras, Pepa Pardo, responsable del área didáctica de los museos Nicanor Piñole y Jovellanos, hacía una valoración de toda la visita al asegurar que la oferta turística del municipio generará interés al combinar la arquitectura industrial, la historia y el arte con la pinacoteca. «El repaso a la historia siderúgica del MUSI es una joya», apuntaba.

El Museo de la Siderurgia, situado en Valnalón, fue la primera parada de la visita donde se mostró no sólo el equipamiento actual sino las naves de Metalsa cedidas al Ayuntamiento por Arcelor-Mittal que permitirán la ampliación de las dependencias y la puesta en marcha del Museo de la Aviación impulsado por el Círculo Aeronáutico Jesús Fernández Duro. También se visitó una vivienda obrera del barrio Urquijo para posteriormente emprender el viaje hasta la torre de La Quintana de Ciaño.

Los participantes en las jornadas de turismo industrial se bajaron del autobús en El Cadavíu para cubrir a pie el trazado de la vía por la que discurrirá el tren minero que trasladará a los turistas hasta el pozo San Luis. Allí contemplaron la bocamina La Trechora y el socavón Emilia, en el pozo Samuño, desde donde se internarán los convoyes en un trayecto de 900 metros por el interior de una mina real que desemboca en la primera planta del pozo San Luis, a 32 metros de profundidad. Los futuros turistas saldrán al exterior por la caña del pozo y se toparán de frente con la sala de máquinas, donde, según explicó ayer Belén Tornero, guía de la visita y técnica de la empresa redactora del proyecto museológico, podrán ejercer de maquinistas y «subir y bajar la jaula de una planta a otra».

Allí descubrirán un complejo patrimonial de la arquitectura industrial, con edificios convertidos en museos y piezas recuperadas, como la casa de máquinas, el castillete, las oficinas, la casa de aseo, la lampistería, la fragua, la carpintería, el botiquín y el taller mecánico. El tren empezará a funcionar en el primer semestre de 2012.