Langreo, Miguel Á. GUTIÉRREZ

-¿Emprendedores? Y eso qué ye, ¿pal pelo?

Esta frase, que se escuchaba en ciertos círculos de la región a mediados de los ochenta, ilustra el escepticismo que despertaba en sus inicios Valnalón. La anécdota fue relatada ayer por su gerente, Marta Pérez, que también desveló una de las razones que han llevado a la entidad a vencer los recelos y cumplir los 25 años convertida en referente de la cultura innovadora y la formación de jóvenes empresarios. «Nuestros secreto es que nos lo creemos y sabemos conjugar el verbo cooperar», subrayó. Graciano Torre, consejero de Economía y Empleo, aportó otra clave del éxito: «Es una excelente empresa colectiva, Una entidad que desarrolla una labor local con proyección mundial».

Por la gala de conmemoración del 25 aniversario -celebrada en el edificio de Los Relojes, el antiguo taller eléctrico de la factoría de Duro- desfilaron representantes de todos los colectivos que han participado en los programas de Valnalón en las dos últimas décadas y media. Hubo escolares, estudiantes de Secundaria, docentes, empresarios, responsables institucionales, sindicalistas e incluso trabajadores de la primitiva fábrica de Duro, sobre cuyos restos comenzó a construirse Valnalón en 1987.

El balance del último cuarto de siglo es elocuente. Desde la creación de la entidad, dependiente del Principado, 374.380 estudiantes en todo el mundo han tomado parte en algunas de las iniciativas de la cadena de emprendedores. Además, por el semillero han pasado 1.426 proyectos empresariales, que fructificaron en la creación de 526 compañías generadoras de 691 empleos. A estas cifras se suman las 429 sociedades que han pasado por el centro de empresas y las 44 compañías instaladas actualmente en la ciudad tecnológica langreana, que dan trabajo a 1.384 personas.

El cumpleaños -en el que José Antonio Vega, director del Área de Transferencia Metodológica de Valnalón, ejerció de maestro de ceremonias- arrancó con una actuación de los alumnos de Danzasturias, premio semillero de proyectos en 2008. En una gala con alusiones a Robert Frost, Unamuno, George Michael y Buzz Lightyear, el primero en tomar la palabra fue Julio González Zapico, director general de Comercio y presidente del Consejo de Administración de Valnalón: «Más de 500 empresas asturianas han tenido su embrión aquí y la filosofía de la entidad ha sido copiada en otras partes del mundo. Confiamos en que el espíritu de Valnalón empape nuestro tejido empresarial». En sus 25 años de trayectoria, Valnalón ha exportado su modelo de formación de emprendedores a casi todas las comunidades autónomas españolas y a más de 20 países de Europa, África y América.

En su intervención, la gerente de la empresa -como hizo posteriormente Graciano Torre- desgranó la trayectoria de la entidad desde sus inicios, cuando se contrató a José Manuel Pérez «Pericles», hasta la fecha actual, en la que 25 personas desarrollan su actividad en la ciudad tecnológica langreana. «Hoy es un día gozoso para compartir. Estamos aquí con la misma pasión de siempre, mezclada con algunas canas y mucho más equipaje», afirmó Pérez, que aseguró que, con la crisis, proyectos como ña cadena de emprendedores o el semillero «son ahora más necesarios que nunca». También aludió a los complejos inicios, cuando había que explicar a la gente que «el empresario se hacía, que no era una predestinación».

Tras la primera parte de intervenciones institucionales empezaron a desfilar por el atril personas que, de alguna u otra forma, han estado ligadas a Valnalón. Rufino Roces, antiguo trabajador de la primitiva factoría de Duro, confesó que «nunca pensé que esto podría convertirse en lo que es hoy». Alejandra Moro, alumna del CRA Alto Nalón, y Rubén Fernández, estudiante del IES Calvo Miguel, relataron su experiencia en las cooperativas escolares, mientras que los docentes Gloria Ordás y Juan Carlos Quirós hablaron de la metodología de Valnalón. También intervinieron dos empresarios salidos del semillero, Rocío Estepa, de la empresa de artesanía FRO, y Martín Fernández, de la firma de diseño Sinergia, así como Loli Álvarez, de la compañías Talleres Jesús Álvarez, y la emprendedora social Susi Gayol, de la ONG Yolacamba. Se leyeron, además, mensajes llegados de todas partes de España y de países como Chile y Ecuador.

Graciano Torre retomó el hilo de las intervenciones institucionales para resalta «la apuesta continua» del Principado por Valnalón, un «apoyo» ejemplificado en el capital social de la entidad «que pasó de 190.000 euros en sus inicios a 8,6 millones en la actualidad». El consejero de Economía y Empleo -al que antes del acto esperaba un grupo de manifestantes de Naval Gijón para exigir su recolocación- remarcó la importancia que tuvo Valnalón en sus inicios, a la hora de «formar empresarios» y vencer el «pesimismo» y, posteriormente, llevando la «batuta» de las políticas de cultura emprendedora. «Ha pasado de ciudad industrial a ciudad tecnológica, logrando el reconocimiento nacional e internacional».

Por su parte, la alcaldesa de Langreo, María Fernández, destacó el «gran proyecto regenerador» que ha supuesto Valnalón, «una reconversión sin precedentes» para el concejo. «Valnalón es pasado, presente y sobre todo futuro. Su trabajo es imprescindible porque necesitamos ideas y personas que asuman riesgos; es una sociedad capital para Langreo y para todo el Valle», concluyó Fernández.

Los actos, como no podía ser de otra manera en un cumpleaños, concluyeron con todos los intervinientes soplando las velas de una tarta elaborada por otro emprendedor, Miguel Sierra. Como despedida, los asistentes dejaron un mensaje de felicitación en un panel conmemorativo.